Infraestructuras

La Ronda Central de Lorca se culmina con la incorporación de 3.500 árboles y plantas

En proceso desde 2015, la creación de esta nueva infraestructura ha supuesto la renovación integral de la zona de unión entre el casco urbano y las pedanías y barrios del sur del municipio

Últimos trabajos en los alrededores del 'Puente de la Torta'.

Últimos trabajos en los alrededores del 'Puente de la Torta'. / Daniel Navarro

Daniel Navarro

Daniel Navarro

En el año 2015 dieron comienzo los trabajos para la creación de la gran ronda de circunvalación del sur de Lorca, que terminaba denominándose 'Ronda Central'. Debido a la complejidad del proyecto, se decidía dividir la construcción en cuatro tramos, culminándose el último de ellos en noviembre del pasado año. Con un presupuesto total de más de 25 millones de euros, la Ronda Central comprende un total de 4,4 kilómetros, y según las estimaciones de la administración regional –entidad que financiaba el proyecto– permite evitar que unos 7.000 vehículos circulen por el centro urbano. No obstante, además de lo reseñado, la creación de la ronda, especialmente del Tramo III, ha supuesto un valor añadido para la Ciudad del Sol: la renovación integral de la unión entre el casco urbano y las pedanías y barrios del sur del municipio

Así, en la parte más ancha de esta zona de unión –entre la avenida de Santa Clara y la rotonda del camino 'Quijero'– se llevan a cabo estos días las últimas actuaciones para mejorar el entorno, donde destaca el gran despliegue realizado por la concejalía de Parques y Jardines. Según detalla el edil responsable de la misma, Antonio David Sánchez, a LA OPINIÓN, aquí se han plantado más de 3.500 ejemplares de árboles y plantas de menor porte.

Trabajos en el Tramo III de la Ronda Central.

Trabajos en el Tramo III de la Ronda Central. / Daniel Navarro

"Estamos actuando de forma integral, limpiando el terrero donde era necesario y realizando aportes de tierra en diferentes puntos para garantizar la prosperidad de las plantaciones", explica el concejal, que no duda en presumir de la labor de los viveros municipales. Y no es para menos, ya que todos los ejemplares utilizados en este trabajo han salido de instalaciones que propiedad del Consistorio: "hemos ahorrado una cantidad importantísima de dinero, y encima el resultado no podría ser mejor".

Myoporums, Nandinas, Romeros, Rosales, Algarrobos, Limoneros, Naranjos y Palmitos son algunos de los más de treinta tipos utilizados, todos ellos regadas con un sistema de goteo de última generación para garantizar el uso óptimo de los recursos hídricos. A este respecto, cabe recordar que algunas de las variedades elegidas para la zona más próxima al centenario 'Puente de la Torta' se escogían en arreglo a la tradicional jota lorquina, cuya letra señala: ‘Cuando pasa mi Patrona por el Puente de la Torta, florecen los limoneros, los naranjos y las rosas’, remarcando la importancia de la zona para los lorquinos.

El Puente de la Torta en una fotografía tomada en 1920 por Pedro Menchón.

El Puente de la Torta en una fotografía tomada en 1920 por Pedro Menchón. / Archivo Municipal de Lorca

"Estos días estamos dando los últimos retoques, y la idea es que este año quede todo terminado, a falta de las rotondas del Tramo I –entre el Felipe VI y Apolonia– que actualmente están vacías y para las que estamos valorando diversas opciones", termina el edil.

Más allá de las plantas

En la zona, la incorporación de vegetación no ha sido la única intervención para amortizar un terreno antes baldío y ocupado por un cauce seco. Así, también se trabaja en la culminación de un gran parque canino de 2.500 metros cuadrados y, como complemento, se iniciaba la restauración del 'Puente de la Torta'.

La edil de Desarrollo Local, Rosa Media, explica las intervenciones realizadas en el puente.

La edil de Desarrollo Local, Rosa Media, explica las intervenciones realizadas en el puente. / L.O.

En este sentido, cabe señalar que los trabajos tendrán un coste de 30.000 euros, una inversión que permitirá repintar el monumento, renovar su iluminación ornamental y retirar las viejas canalizaciones de diverso tipo que sostenía.

Considerado como la segunda pasarela de hormigón construida en España, su curiosa denominación la recibió por ser construido para sustituir un malecón –o torta– destinado a cruzar la rambla y a desviar las aguas hacia los brazales de Cazalla y Marchena, como asegura Sala Just en su libro ‘Lorca. 1895-1936’.

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