Arqueología

Descubren que el yacimiento de la isla del Fraile de Águilas puede ser más antiguo de lo que se pensaba

Finaliza la quinta campaña de excavaciones arqueológicas en el islote, en la que se ha descubierto una pieza única en el Mediterráneo y diversos fragmentos cerámicos

La quinta campaña de excavación ha concluido con hallazgos inesperados.

La quinta campaña de excavación ha concluido con hallazgos inesperados. / Ayto. de Águilas / CSIC

Las excavaciones en la isla del Fraile han dado la razón al arqueólogo municipal de Águilas, Juan de Dios Hernández, quien desde joven estaba convencido de que el islote era un filón. El tiempo y el apoyo del Ayuntamiento de Águilas han demostrado que estaba en lo cierto. Una intuición, la de Hernández, que contagió al arqueólogo de Cartagena Alejandro Quevedo: “Constantemente, me hablaba de que la isla necesitaba un proyecto arqueológico, pero por su trabajo iba desbordado”, recuerda el cartagenero.

Hernández lo alistó a su ‘intuición’, y “fue cuando comenzamos a trabajar con el Consistorio y con otras instituciones —ahora con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)— de forma sistemática con la mejor metodología posible para un yacimiento de esta envergadura”, explica Quevedo. Ahora, tras cinco campañas de excavaciones, salen a la luz nuevas hipótesis para fijar fechas más antiguas de ocupación y el origen de las importantes estructuras que rodean el islote.

Datadas hasta el momento en torno a los siglos IV y V, tras la presente campaña se piensa que pudieron ser 500 años más antiguas gracias a diversos fragmentos cerámicos aparecidos en los niveles de fundación. La teoría, que se dará a conocer en los próximos meses, daría un giro inesperado a la historia de la isla del Fraile, que aumenta así definitivamente sus fases de ocupación.

El asentamiento puede ser 500 años más antiguo de lo que en un principio se presuponía.

El asentamiento puede ser 500 años más antiguo de lo que en un principio se creía. / Ayto. de Águilas / CSIC

Hallazgos únicos

La iniciativa investigadora en el emplazamiento, dirigida por el Museo Arqueológico Municipal de Águilas y por el CSIC; es decir, por Hernández y por Quevedo, ha finalizado su quinta campaña con una serie de sensacionales hallazgos. Aunque desde la primera excavación se comenzó a obtener resultados, conforme van avanzando, los descubrimientos siguen sorprendiendo, en un islote en el cual, según Quevedo, “la ocupación tuvo que ser muy importante y extensa, puesto que las estructuras llegan hasta la cresta superior”. “Es una joya arqueológica, hay zonas en donde tenemos cuatro metros de alzado de muro conservado”, sigue, con “sorpresas espectaculares” como las halladas este año, en las que destaca lo que se ha interpretado como la base de un torno de alfarero de época tardía.

“Es una pieza única en el Mediterráneo”, afirma Quevedo, quien es especialista en cultura material romana. Se trata de un objeto de piedra que poseía un eje en el que se encastraban una pieza metálica y un torno, que se fecha probablemente entre los siglos IV y V. “Al principio no podíamos creerlo, pero el contexto no ofrece dudas”, incide Quevedo, quien señala que será sometido a una serie de análisis químicos y de traceología en los próximos meses, para completar su estudio, en el Instituto de Historia del CSIC.

Esta no es la única sorpresa que han deparado las dos semanas de excavación terrestre y subacuática. Entre los avances más significativos, se remarca la existencia de otra etapa del siglo VI: “Gracias a las prospecciones subacuáticas, podemos confirmar presencia humana en la bahía del Hornillo en época bizantina”, según apunta Hernández, quien añade que “es una tendencia que habíamos publicado recientemente en la prestigiosa revista Archaeological Prospection y que ahora podemos confirmar”. Los trabajos han sido desarrollados por el Instituto Balear de Estudios de Arqueología Marítima (IBEAM) en colaboración con el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena, y están permitiendo realizar un inventario preciso de los fondos submarinos del entorno de la isla del Fraile, que también se encuentran protegidos.

Este año se ha elaborado un modelo en tres dimensiones del emplazamiento para situar, con precisión, las diversas estructuras arqueológicas, así como la cantera de enfrente, en la Punta del Cigarro. Entre el resto de novedades, destacan las prospecciones arqueológicas en el territorio de Águilas, en el marco del proyecto I+D+i Traphic, en el que se incluyen las tareas prospectivas en la isla del Fraile. Se ha ampliado la Carta Arqueológica del municipio, documentando nuevas estructuras y restos en zonas de Cabo Cope y Tébar, que abarcan desde la Edad del Hierro a la época islámica.

Investigadores y estudiantes de la quinta campaña arqueológica trabajando en el asentamiento.

Investigadores y estudiantes trabajando en el islote. / L. O.

En esta quinta campaña, han participado el auxiliar en Arqueología del Museo de Águilas, Ricardo Muñoz Yesares, así como estudiantes e investigadores de diversas universidades nacionales como Murcia, La Laguna, Barcelona, Córdoba, Complutense de Madrid y Jaén. También otros llegados de países como Francia, Reino Unido y Canadá. Una edición que ha finalizado con el trabajo de campo, pero que continúa con el estudio y análisis de lo encontrado, además de que antes de que finalice septiembre se firmará en Madrid una convención entre el Consistorio aguileño y el CSIC que aspira a consolidar la iniciativa y su estrategia de investigación para los próximos años.

Este proyecto, que no sería posible sin el apoyo del Ayuntamiento de Águilas mediante su Museo Arqueológico, que financia la excavación a través de un convenio con la Universidad de Murcia (UMU), el Instituto de Historia del CSIC, así como el apoyo de múltiples empresas e instituciones; una nómina de mecenas que los directores aspiran a ampliar en los próximos meses.

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