En la parcela donde se construirá el Centro de Salud de San Cristóbal se procederá la próxima semana a la demolición de dos propiedades más. En concreto, se trata de los últimos trabajos que se deben acometer antes de ceder el espacio suficiente a la Consejería de Salud de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia para la construcción de la nueva infraestructura sanitaria, afirmó ayer la edil de Urbanismo, María Hernández.

Esta cesión se llevará a cabo en el mes de noviembre una vez se hayan ejecutado las últimas demoliciones de los inmuebles que aún quedan en pie en el solar. Dichos trabajos está previsto que se lleven a cabo el miércoles y jueves de la próxima semana, lo que dejará una única propiedad pendiente de derribo. Según Hernández, los contactos con los propietarios son "constantes y fluidos" con el objetivo de lograr "cuanto antes" la incorporación de esos inmuebles a la parcela.

"La intención es acortar el proceso lo máximo posible para poner a disposición de Salud la parcela necesaria para que se redacte el proyecto y se inicien las obras cuanto antes”, indicó la concejala de Urbanismo, que señaló que este mismo mes se resolverán las diez alegaciones que se han presentado para que la Junta de Gobierno Local pueda proceder a aprobar la reparcelación.

Vista general del solar que acogerá, entre otros servicios, el nuevo centro de salud del barrio de San Cristóbal.

Una vez que se derriben las propiedades que aún se mantienen en pie en la parcela, se podrá iniciar la adecuación del espacio sobrante como aparcamiento público. "La intención era hacerlo cuanto antes, pero el importante desnivel que plantea el solar –con hasta cerca de un metro de diferencia en algunas zonas– lo hacía imposible hasta concluir las demoliciones. Pero, además, la presencia de maquinaria pesada, necesaria para las demoliciones habría dañado la superficie del aparcamiento, por lo que se decidió esperar”, explicó María Hernández.

Este nuevo espacio de aparcamiento dará cabida a más de un centenar de estacionamientos para vehículos en una zona “con grandes dificultades para ello", destacó la edil. "Se beneficiarán, sobre todo, los placeros de la Plaza de la Hortaliza, a pocos metros, pero también los que acudan a la iglesia de San Cristóbal o a la Casa Museo de la Archicofradía del Santísimo Cristo de la Sangre, Paso Encarnado, además de a la zona comercial de la calle Mayor”, expresó Hernández.

Una vez completado todo el proyecto, se abrirán dos nuevas calles, una de ellas peatonal, y se reservará suelo para uso residencial además de la cesión a la Consejería de Salud.