Los vecinos de Coy reclamaban este miércoles el mantenimiento y adecuación de la playa fluvial y su entorno. Lo hacían durante la visita que la edil popular en funciones y electa Rosa María Medina llevaba a cabo a la pedanía, con el fin de conocer las necesidades vecinales. Medina se mostraba sorprendida por el estado que presentaba el espacio cuando apenas quedan unos días para que se produzcan las vacaciones de los escolares. “Queremos que para entonces esté en las mejores condiciones de uso”, afirmaba.
Y tachaba de “incomprensible” el “abandono” del espacio, “pese al anuncio del Gobierno saliente de su apertura inmediata”. Transcurrido más de un mes de esa fecha, añadía, “nos hemos desplazado al lugar para comprobar cómo se encontraba. La playa está abandonada, no se ha llevado a cabo ningún tipo de trabajo de limpieza, mejora, mantenimiento o reparación”.
Las zonas de jardinería “están desatendidas, el fondo de la playa repleto de basuras, residuos y desechos, parte del vallado perimetral -realizado con madera- arrancado y los clavos y tornillos están descubiertos, con el consiguiente riesgo para cualquier persona que se acerque”, denunciaba.
Y pedía que a la mayor brevedad posible “se proceda a ejecutar toda la batería de tareas de mantenimiento que requiere este espacio, que constituye un elemento de impulso y movimiento social para la pedanía, y de forma general para las Tierras Altas”.
La edil de Desarrollo Local en funciones, Isabel María Casalduero, le contestaba que “es evidente que no se ha llevado a cabo por las lluvias. Es obvio que los trabajos no han comenzado porque Lorca está sufriendo un episodio de lluvias inusual para esta época del año que comenzó el pasado mes de mayo. Los arreglos habrían supuesto un gasto y esfuerzo en vano, ya que los arrastres habrían imposibilitado su correcta ejecución”.
Aportaba que “la obra está contratada, los materiales encargados y comenzará en los próximos días, en cuanto finalice el episodio de lluvias”. Y le recordaba que “mientras ellos gobernaron la playa de Coy estaba absolutamente abandonada y no se llevó a cabo ninguna actuación de mantenimiento, mientras que con el actual equipo de Gobierno hemos realizado un mantenimiento exhaustivo durante los cuatro años en todos los meses estivales”.