La Plaza de Calderón de la Barca, a las puertas del Teatro Guerra, se convertía en punto de encuentro de la convocatoria del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Unos trescientos manifestantes se daban cita desde mucho antes de que se iniciase la marcha por la igualdad. Se preparaban las pancartas, pero también se repartían camisetas de color violeta con lemas reivindicativos a favor de la mujer.
Dirigentes de la Federación de Organizaciones de Mujeres de Lorca, FOML, lucían diademas de flores y con un megáfono animaban a la participación. En torno a las siete y media de la tarde se iniciaba la marcha que abría una gran pancarta bajo el lema ‘Marchando por la igualdad. Juntas somos imparables’.
Detrás, decenas de reivindicaciones que lucían los manifestantes en alto con frases como ‘Ninguna está libre hasta que todas lo seamos’ o una imagen de la muerte junto a la que rezaba: ‘Harta de llevarme a las mujeres’.
La presencia de jóvenes fue masiva. El recorrido se iniciaba en la Plaza de Calderón de la Barca y continuaba por Lope Gisbert, Príncipe Alfonso, Santa Paula, Plaza del Óvalo, avenida de Juan Carlos I, Musso Valiente y Álamo, para concluir en la Plaza de España donde se leía un manifiesto. La presidenta de la Federación de Mujeres de Lorca, Pilar Fernández, afirmaba que “aquí estamos un año más y volveremos una y otra vez hasta que logremos nuestro propósito”. A la convocatoria acudía el alcalde, Diego José Mateos; la edil de Igualdad, Antonia López; los ediles socialistas, Isidro Abellán, José Ángel Ponce, Isabel Casalduero e Irene Jódar; y la de Izquierda Unida Verdes, Gloria Martín.
Las manifestantes animaban a los que las observaban desde las aceras a que se sumaran a la marcha. En la recta final, desde la confluencia de Musso Valiente con Juan Carlos I, se incrementaba considerablemente el número de participantes. Entre los que se sumaban muchos trabajadores que a esa hora concluían su jornada laboral.