La cofradía de la Vera Cruz regalará al Papa Francisco una réplica de la Cruz de Caravaca que portaba Santa Teresa

El hermano mayor de la Real e Ilustre Cofradía de la Vera Cruz de Caravaca, Luis Melgarejo Armada, obsequiará mañana al Papa Francisco, durante el encuentro que mantendrán en el Vaticano, con una réplica de la Cruz de Caravaca que portaba Santa Teresa de Jesús.

Se trata de una copia en madera de la Vera Cruz de Caravaca con una placa grabada en plata en el reverso. Una reproducción de la Cruz que perteneció a Santa Teresa de Jesús, que ha sido elaborada por artesanos con discapacidad intelectual de APCOM. La pieza es de edición limitada y exclusivamente confeccionada para la Cofradía.

La pieza es de edición limitada y exclusivamente confeccionada para la Cofradía

El hermano mayor aprovechará el encuentro con el Santo Padre para trasmitirle el deseo de que visite Caravaca de la Cruz durante su Año Jubilar 2024. 

Luis Melgarejo integra la comitiva murciana, encabezada por el presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Fernando López Miras, en la que también participan y el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, el vicario episcopal de la zona pastoral de Caravaca –Río Mula, David Martínez Robles, y el alcalde de Caravaca, José Francisco García. 

La devoción de Santa Teresa a la Cruz de Caravaca

En 1576, Santa Teresa recibió una cruz de Caravaca, de Ana de San Alberto, su delegada en la fundación del convento de San José de Caravaca. Una cruz que le acompañó durante el resto de su vida y que a su muerte, su secretaria y enfermera, Ana de San Bartolomé, guardó como reliquia. En el siglo XVII la cruz estaría presente en las fundaciones en Francia y desde allí llegó a Bruselas, donde se conserva junto al sepulcro de Ana de Jesús. Santa Teresa hace mención a esta cruz de Caravaca en varias de sus cartas.

A petición de la Cofradía de la Vera Cruz, el padre Pascual Gil, solicitó que la reliquia teresiana regresara temporalmente a Caravaca, durante la celebración del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa. Allí permaneció durante unas semanas en octubre de 2015.