Despejan de camas los pasillos del Rafael Méndez de Lorca

“No, no hay camas en los pasillos del Hospital Rafael Méndez”. Así de tajante se mostraban este miércoles desde la Consejería de Salud a preguntas de La Opinión. Concluía así el ‘colapso’ que llevaba en los últimos días a que algunos pasillos del hospital de referencia del Área III de Salud presentara un importante número de enfermos en camillas y sillas de ruedas a la espera de una cama de ingreso hospitalario.

Salud aseguraba que se trataba de una situación “puntual” debido al aumento de infecciones respiratorias, mientras los socialistas denunciaban que el servicio de urgencias estaba en la Uci debido al colapso que sufría el centro. Incluso varias dependencias tuvieron que ser habilitadas para acoger camas de enfermos, ante la imposibilidad de situarlas en planta.

El centro hospitalario ponía en marcha el ‘Plan de contingencia’ para intentar solucionar las incidencias. Un plan que continuaba activo este miércoles “de cara a posibles picos asistenciales”, como señalaban a esta Redacción desde la Consejería de Salud, que informaba que “en estos momentos la actividad en Urgencias, Quirúrgica y de Consultas se desarrolla de manera habitual y la situación es de estabilidad”.

Sin embargo, el alcalde, Diego José Mateos, se mostraba preocupado porque estos ‘episodios’ se sucedan de forma regular. “Parece que los únicos que no se dan cuenta de que el Área de Salud III necesita un nuevo hospital es el Gobierno regional. El Rafael Méndez está colapsado continuamente. La imagen que ofrecía estos días, que hemos podido ver en prensa, lo dice todo. Los enfermos del Área III no pueden estar agolpados en un pasillo, en estancias de paso, a la espera de que quede una cama libre”.

Insistía en que “hay que poner una solución inmediata a esta situación, porque hoy –dicen- se ha estabilizado, pero mañana probablemente volvamos a amanecer con un nuevo ‘colapso’. De hecho, el ‘Plan de Contingencia’ sigue activado, a la espera de posibles picos asistenciales”. Y concluía diciendo que “no se puede normalizar que la solución a picos puntuales sea arrinconar a los pacientes en un pasillo”.