Cofradías

La Archicofradía de ‘El Palero’ de Lorca inaugura su sede civil dos décadas después de la donación de los terrenos

El obispo de la Diócesis bendecía la Casa del Resucitado en el corazón del recinto histórico y frente al convento de la Consolación

El obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, bendecía la Casa del Resucitado.

El obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, bendecía la Casa del Resucitado. / Pilar Wals

La Archicofradía de Jesús Resucitado y Nuestra Señora de la Encarnación inauguraba su sede civil en la calle Zapatería, en el corazón del recinto histórico de la ciudad, “casi dos décadas después desde que la familia de Vicente Plazas donara a esta Archicofradía los terrenos donde hoy se levanta el edificio que inauguramos y con el objeto de que fuera aquí donde tuviéramos nuestra sede”. Las afirmaciones las realizaba una emocionada presidenta de la Archicofradía de Jesús Resucitado, Irene Mondéjar Elvira, poco después de que el obispo de la Diócesis de Cartagena, monseñor José Manuel Lorca Planes, bendijera la Casa del Resucitado.

El vicepresidente de la Archicofradía del Resucitado y comisario de la exposición conmemorativa de la bendición de la Casa del Resucitado, Javier Pinilla, de espaldas, acompañaba en el recorrido por la muestra al obispo, José Manuel Lorca Planes; al alcalde, Diego José Mateos; y al concejal de Festejos, José Ángel Ponce.

El vicepresidente de la Archicofradía del Resucitado y comisario de la exposición conmemorativa de la bendición de la Casa del Resucitado, Javier Pinilla, de espaldas, acompañaba en el recorrido por la muestra al obispo, José Manuel Lorca Planes; al alcalde, Diego José Mateos; y al concejal de Festejos, José Ángel Ponce. / Pilar Wals

Las dependencias se enclavan en la calle Zapatería, junto a la sede de la Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales de Lorca y su comarca, y frente al convento de la Consolación. “Estamos en pleno corazón del casco histórico, muy cerca de nuestra sede religiosa, la antigua colegial de San Patricio, como la familia de Vicente Plazas quería. Que el Señor Resucitado les premie por tan generoso gesto”, destacaba.

Nicolás Poyato, Ramón Mateos, José Manuel Lorca, Francisco Fructuoso, Alberto Secada, Irene Mondéjar, José María Campoy, Diego José Mateos, Irene Navarro y José María Miñarro, ante la placa conmemorativa que se descubría en el esquinazo de la Casa del Resucitado.

Nicolás Poyato, Ramón Mateos, José Manuel Lorca, Francisco Fructuoso, Alberto Secada, Irene Mondéjar, José María Campoy, Diego José Mateos, Irene Navarro y José María Miñarro, ante la placa conmemorativa que se descubría en el esquinazo de la Casa del Resucitado. / Pilar Wals

Agradecía a los alcaldes que han contribuido, desde sus responsabilidades, con este proyecto en mayor o menor medida: “Leoncio Collado, Francisco Jódar, Fulgencio Gil y Diego José Mateos”. Y recordaba que la imagen titular de la archicofradía nacía hace 122 años en el barrio de Santa María. Ensalzaba la valentía de sus vecinos que salvaron a la imagen de ‘El Palero’ llevándola al Ayuntamiento. “Allí, en la Alcaldía, permaneció durante tres años” y más tarde el párroco de la iglesia de San Patricio le ofrecía “una capilla y sede”.

‘Inspiraciones sacras contemporáneas’ reivindica un museo internacional de arte sacro

Estamos en Lorca, en la única ciudad del mundo donde la Historia de la Salvación se pinta para después bordarse y que, por méritos propios y por justicia, “merece tener un museo internacional de arte sacro contemporáneo” en el que los mejores artistas consagrados a esta temática se den cita y presenten al mundo sus nuevas interpretaciones, las nuevas corrientes, sus trabajos. Así lo manifestaba este viernes el vicepresidente de la Archicofradía de Jesús Resucitado y Nuestra Señora de la Encarnación, Javier Pinilla Peñarrubia, que comisaria la exposición ‘Inspiraciones sacras contemporáneas’ que se inauguraba con motivo de la bendición de la Casa del Resucitado.

Una veintena de artistas se dan cita en la muestra que “podría ser mucho más que una exposición que conmemora la feliz inauguración de la Casa de Jesús Resucitado. Podría ser la punta de lanza de un proyecto más ambicioso, de mayor calado y trascendencia”, destacaba. Y significaba que colaboraría en la regeneración del casco histórico “dotándolo de un aliciente más y completaría la ya de por sí interesantísima oferta que, a nivel de turismo cultural y religioso, ofrece la Ciudad del Sol”. P. WALS

La apertura de la Casa del Resucitado “dotará de vida” la calle donde se emplaza, que acoge el Conservatorio de Música Narciso Yepes y el colegio Madre de Dios de las Mercedarias, destacaba el alcalde, Diego José Mateos. Con la nueva infraestructura se completan los equipamientos de las cofradías de la Semana Santa. La Casa del Resucitado es la última en incorporarse, junto con la de la Hermandad de la Curia, Paso Negro, que se inauguraba poco antes de la Semana Santa del pasado año entre la Plaza del Caño y la calle Selgas.

José Ángel Ponce, Diego José Mateos, José Manuel Lorca Planes, Francisco Fructuoso e Isidro Abellán, ante el cuadro ‘San Blas’ de Miguel García Peñarrubia, que se mostraba en la exposición conmemorativa.

José Ángel Ponce, Diego José Mateos, José Manuel Lorca Planes, Francisco Fructuoso e Isidro Abellán, ante el cuadro ‘San Blas’ de Miguel García Peñarrubia, que se mostraba en la exposición conmemorativa. / Pilar Wals

El Paso Blanco hacía lo propio en la calle Carril de Caldereros, mientras que el Paso Azul cuenta en la calle Nogalte con la Casa de las Cariátides y la Archicofradía del Santísimo Cristo de la Sangre dispone de su Casa Museo en la calle Eulogio Periago del barrio de San Cristóbal. También recientemente, ampliaba su Casa Museo la Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón, Paso Encarnado, en la calle Nogalte.

Mateos destacaba el avance en la recuperación del casco antiguo de la ciudad con la apertura del ciuFront, Museo Medieval de Lorca, en la antigua iglesia de Santa María, y el inicio de las obras de construcción del Palacio de Justicia en la calle Selgas, en cuyo solar en los últimos días se iniciaban los movimientos de tierra previos a las prospecciones arqueológicas.