Cultura

La eterna lucha del bien y del mal en Lorca a favor de Ucrania

El Ballet de Kiev representaba anoche ‘El lago de los cisnes’ en un Guerra ‘hasta la bandera’

Los bailarines del Ballet de Kiev, anoche, en el escenario del Teatro Guerra.

Los bailarines del Ballet de Kiev, anoche, en el escenario del Teatro Guerra. / Pilar Wals

Paralelismos, similitudes… La eterna lucha del bien y del mal, una situación que estos días se vive con intensidad en el campo de batalla en que se han convertido las calles y plazas de Ucrania, parecían rememorar los cientos de espectadores que anoche llenaron ‘hasta la bandera’ el Teatro Guerra de Lorca.

Ucrania era el motivo principal para acudir al coliseo más antiguo de la Región. Había que apoyar al Ballet de Kiev, a sus bailarines, que estos días recorren nuestro país ‘bailando desde el corazón’, título de una gira solidaria, “que por cada entrada vendida cederá 1,5 euros para apoyar el trabajo de Unicef en la emergencia de Ucrania”, como recordaba la edil de Cultura, María Ángeles Mazuecos.

Con estas premisas se abría anoche el telón y sus bailarines, dirigidos por Ana Sophia Scheller, llenaban la escena, perfectamente ambientada, de una versión increíble del ‘Lago de los cisnes’. Con música de Piotr Tchaikovsky, libreto de Vladimir Beghitchev y VasiliGeletzer, y coreografía de Marius Petita.

El Ballet de Kiev es un sueño largamente buscado por Viktor Ishchuk que en 2017 creaba una compañía estable y joven que reunía a las estrellas más prominentes de toda Ucrania para mostrar al mundo el talento, la maestría y la profesionalidad de los artistas del país. Incluía entre sus miembros varios solistas del Teatro de Ópera y Ballet de Kiev. Rápidamente se convierten en una de las compañías más demandadas en todo el mundo recorriendo los escenarios de Suiza, Alemania, Francia, Polonia, Croacia, China, Ucrania, México… y desde el pasado año llevan a cabo una importante gira por Portugal y España.

La directora artística señalaba al comienzo de la gira que el año 2022 “quedará marcado en la memoria de todos nosotros con la tinta roja que, con trazo grueso, describe la tragedia que representa una guerra y, especialmente, para los artistas de ballets que un día antes del comienzo se preparaban para salir a escena ante un teatro lleno con una orquesta en el foso afinando”.

El lago de los cisnes’, la eterna lucha del bien y del mal, la protagonizan el príncipe Sigfrido, enamorado de Odette, joven convertida en cisne por el hechizo del malvado Von Rothbart y Odile el cisne negro e hija del brujo. En el primer acto, el jardín del castillo del príncipe Sigfrido, trascurre su vigésimo cumpleaños. Su madre le indica que tiene que escoger esposa. Al día siguiente, por la noche, deberá hacerlo en un baile, mientras se niega a ello y prepara una jornada de caza en busca de cisnes salvajes.

A orillas del lago transcurre el segundo acto. El príncipe contempla a los cisnes a corta distancia. Y, al fondo, conduciendo al grupo, ve algo extraordinario, una bellísima joven que parece cisne y mujer. Un hechicero había transformado a la joven en cisne. Así es cada día, excepto entre la media noche y el amanecer, a no ser que un hombre la ame y se case con ella. Le jura amor mientras aparece el mago en la orilla del lago.

En el tercer acto se celebra una gran fiesta en el salón del castillo. Comienzan a llegar muchachas. Entre ellas, cinco jóvenes invitadas por la Reina como posibles novias de su hijo. Pero Sigfrido solo piensa en el claro a la orilla del lago y su encuentro con Odette. En el baile se presenta el brujo transformado en su verdadera imagen, Von Rotbart, con su hija, dispuesto a que el príncipe rompa su promesa con Odette. Odile ha logrado enamorar a Sigfrido haciéndole creer a este que es Odette.

Pide la mano de la joven y de repente todo se torna oscuro. A orillas del lago están los cisnes que rodean a Odette. No hay consuelo para la joven. El príncipe acude a buscarla, la toma entre sus brazos y le pide perdón, pero la joven le dice que con él va su muerte. Aparece Von Rotbart y lucha con el príncipe que le vence por la fuerza del amor del príncipe a Odette.

Una espectacular coreografía, un magnífico vestuario y unas escenas cuidadas que trasladaban a los espectadores a cada uno de los enclaves donde sucede la historia. Entre el público, numerosos ucranianos que residen en la ciudad, pero también muchos otros que habían acudido desde el litoral almeriense. Los aplausos no cesaron hasta obligar a los bailarines a dar las gracias en varias ocasiones.

El Teatro Guerra vuelve a significarse como uno de los espacios culturales a tener en cuenta no solo por el público del municipio, sino de la comarca. Su vuelta tras la pandemia a una programación sin restricciones lo están catapultando a lo más alto de los escenarios no solo de la Región, convirtiéndose en un referente, como aseguraba el alcalde, Diego José Mateos. “El Teatro Guerra inicia el año con una programación cultural que despierta muchas expectativas y la atención del asiduo público que puebla sus butacas. Y lo hace programando danza, música, humor, comedia, musicales, ópera, espectáculos infantiles y, por supuesto teatro”.

El telón lo levantaba el Ballet de Kiev con Ana Sophia Scheller como directora artística “ofreciéndonos una versión increíble del clásico ‘El lago de los cisnes’, cuya recaudación irá en parte destinada a Unicef para apoyar el trabajo en la emergencia que la cruel guerra ha provocado en Ucrania. La danza no terminará aquí, pues celebraremos con ‘Penélope, ballet flamenco’, el Día Internacional de la Danza”, recordaba. Anoche, arrancaba así, la programación del Teatro Guerra de Lorca, que se compatibilizará con la del recién inaugurado Auditorio Margarita Lozano.