Especial Fiestas de Ricote 2023

La Consuelo, una matriarca de Ricote

De apellidos Candel Torrano, es una gran mujer en cuerpo pequeño, una persona humilde, cariñosa y gran trabajadora desde muy pequeña, muy corretera por la huerta y el monte, y vive casi al final de la calle de Los Pasos

La Consuelo, con su marido Esteban, el día de su boda

La Consuelo, con su marido Esteban, el día de su boda

Eloy Maestre Avilés

Dicen que en España enterramos muy bien, o sea que alguien debe morirse para que se hagan elogios de su persona. Pero yo quiero ir contra esa regla y hoy me propongo hablar bien de la Consuelo de Ricote, aunque ella esté vivita y coleando entre nosotros.

La Consuelo, gran mujer en cuerpo pequeño, es una persona humilde, cariñosa y gran trabajadora desde muy pequeña, muy corretera por la huerta y el monte. Llegada la época, allí cosechaba libremente las matas de tápenas hasta que una reciente operación de rodilla con inserción de prótesis, de la que se ha recuperado estupendamente, la ha recluido un tanto en su domicilio. Este verano pasado yo mismo la he acompañado al patio de una vecina con una gran mata de alcaparras, cuyos frutos recogimos entre los dos y ella adobó en tarros de vidrio igual que las olivas, como tantas veces hizo durante años y años, que luego nos regalaba a la familia para consumir como aperitivo o en ricas ensaladas.

Sirvió en varias casas hasta que mi madre Rita la fichó para la suya. Desde entonces trabajó en nuestra casa de Ricote y nos acompañó en los veranos a La Mata, aún hoy trabaja haciendo lía como ayuda a su economía. Charlatana, cariñosa, gran rezadora y cumplidora de todos los preceptos de la Santa Madre Iglesia, no falta a una misa ni a un rosario. Reza por toda su familia, en especial por su querido Esteban, y por todos los que quiere que somos muchos.

La Consuelo, de apellidos Candel Torrano, vive casi al final de la calle de Los Pasos, no es la más vieja del pueblo (ahora nos dicen mayores a los viejos, pero a mí me sigue chocando este comparativo sin segundo término de la comparación: ¿mayor que quién?), aunque sea una de las personas de Ricote que goza de mayor descendencia.

Con la ayuda de su querido Esteban, de apellidos Villar Gómez, la Consuelo concibió tres hijos: María, Consuelo y Esteban. María tuvo seis hijos, Consuelo tres y Esteban dos.

Los seis hijos de María, nietos suyos, le han dado hasta la fecha cuatro bisnietos.

Los tres hijos de Consuelo, nietos suyos, han dado dos bisnietas más.

Su hijo Esteban tuvo dos hijas, nietas suyas, sin descendencia.

El total, hasta la fecha, es de once nietos y seis bisnietos.

Esteban nació en el año 1935, y murió en el 2007. La Consuelo, por su parte, nació en 1942, y ha cumplido este año los ochenta. Cumplidos los sesenta años de su boda, ya cuenta con tres generaciones detrás suyo, al promedio increíble de una cada 20 años. Los historiadores suelen calcular tres generaciones por siglo, pero ella se salta ya la norma y a este ritmo, si llega a los cien años en el 2042, puede acumular cinco generaciones. ¡Hermosos y lucidos genes transmitió la pareja!

Mis hermanos y yo la queremos mucho, y ella siempre nos llama «¡perla!», cuando la perla es ella.