Lorca

El nuevo giro en el caso del ‘asalto’ al Pleno de Lorca

Agentes de la Policía insistían esta misma semana en que lo que ocurrió fue algo «espontáneo» y «nunca premeditado», mientras que la hipótesis del ‘plan preconcebido’ va perdiendo fuerza

Ganaderos enfrentándose a agentes de la Policía Local en las escaleras del Centro de Desarrollo Local, donde tuvo lugar el ‘asalto’ al Pleno.           | P.WALS

Ganaderos enfrentándose a agentes de la Policía Local en las escaleras del Centro de Desarrollo Local, donde tuvo lugar el ‘asalto’ al Pleno. | P.WALS / PILAR WALS

«Este año se ha hecho muy largo. Estamos cansados, agotados… con ganas de que todo esto termine. Vivimos en una constante incertidumbre que parece que nunca va a terminar», afirma en declaraciones a La Opinión el presidente de la Cooperativa de Ganaderos de Gestión Medioambiental de Purines (Gesalor), Francisco Román.

Echa la vista atrás para recordar aquel 31 de enero de 2022 cuando un grupo de ganaderos ‘asaltaba’ el Centro de Desarrollo Local donde en la cuarta planta estaba previsto que se celebrara un Pleno en el que se iba a debatir sobre las distancias mínimas de viviendas, colegios, consultorios médicos y manantiales de los cebaderos.

La sesión no llegó a celebrarse al adentrarse en el edificio decenas de ganaderos. Algunos de ellos lograban rebasar los distintos cordones policiales y llegar hasta las puertas de donde se celebraba una reunión previa. «Fue un arrebato, algo que nunca debió pasar. Nadie nos fustigó, no fue premeditado, fue algo espontáneo. Salí y les dije que se marcharan a su casa, y así ocurrió».

Acudieron desinformados, intoxicados y manipulados

Diego José Mateos

— Alcalde

Insiste en que «no fueron 30 o 40, sino que fuimos todos, unos 500». Y reitera que «nadie nos calentó. Nadie nos movió. Estábamos allí para pedir que nos dieran más tiempo para estudiar lo que se iba a debatir, pero todo se precipitó y ocurrió lo que nunca debió pasar».

Esta semana el caso del ‘asalto’ al Pleno por los ganaderos daba un nuevo giro. La declaración de dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, uno de ellos instructor del expediente, parecía echar por tierra la principal hipótesis de la investigación. Lo que ocurrió aquel día fue algo «espontáneo» y «nunca premeditado», insistían los agentes que declaraban como testigos de lo ocurrido. Argumentaban ante la juez Cristina Ojados, titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Lorca, que los manifestantes iban vestidos de cualquier forma y no para pasar desapercibidos, como hubieran hecho si las pretensiones previas hubieran sido ‘asaltar’ el edificio.

Nadie nos calentó para que fuéramos aquella mañana al Pleno

Francisco Román

— Presidente de Gesalor

Las declaraciones de los agentes se veían reforzadas con la que ofrecía uno de los investigados que aseguraba que no sabía a lo que iba, ni lo que tenía que hacer, sino que se vio desbordado por las circunstancias del momento. El abogado de tres investigados del caso, Hilario Campoy, señalaba a esta redacción que «para todos esto es nuevo. Es la primera vez que acuden al juzgado. Se trata de gente muy humilde que tienen un cebadero que es su medio de vida. Aquel día acudieron porque creían que podía estar en riesgo su sustento económico».

Una treintena de ganaderos ha desfilado desde junio por los juzgados perdiendo fuerza la hipótesis del ‘plan preconcebido’. Las declaraciones de los investigados son un ‘chorreo’ que no cesa. Entre los que declaraban como testigo de lo ocurrido estaba el concejal de Izquierda Unida Verdes, Pedro Sosa, que recordaba cómo vivió aquel día: «Acudí al Pleno y me encontré en la puerta a los manifestantes. Había dos cordones policiales. Pienso que no estaba preparado lo que ocurrió, pero que alguien tocó el pito desde arriba para que se produjera el ‘asalto’. Vi a gente que conocía muy agresiva y amenazando de muerte».

El Ayuntamiento no debería haberse personado contra los ganaderos

Fulgencio Gil

— Portavoz del Partido Popular

El alcalde, Diego José Mateos, se muestra tajante en sus afirmaciones: «Acudieron desinformados, intoxicados y manipulados. Les ofrecieron una información falsa. Esos, los culpables intelectuales, tienen que asumir su culpa y no dejarlos solos». Y añadía que el tiempo ha demostrado que esa información que les dieron no era verdad. «Se va a llevar nuevamente al Pleno sin mover ningún punto, ni ninguna coma. Y no se ha cerrado ninguna granja de ninguna cabaña, cuando les insistieron en que no quedarían abiertas. Como estamos viendo el tiempo pone las cosas en su lugar».

El líder de la oposición, el popular Fulgencio Gil, opinaba que «aquello no estaba preparado. Se gestionó mal, por no sentarse con los ganaderos. Los problemas siempre se han resuelto en este Ayuntamiento dialogando, lo que no ocurrió en este caso». El edil de Vox, José Martínez, apoya la decisión de los ganaderos aquel día. «Querían saber qué iba a ocurrir con sus explotaciones. No se les permitió entrar en el Pleno, como sí se hizo con otras organizaciones contrarias a sus intereses».

Vi a gente que conocía muy agresiva y amenazando de muerte

Pedro Sosa

— Portavoz de Izquierda Unida Verdes

La intención, apuntaba el edil de Urbanismo, José Luis Ruiz Guillén, es que el asunto de las distancias mínimas con los cebaderos se apruebe en el Pleno de este mes o el de febrero. «Estamos en la recta final de la tramitación, por lo que se llevará de inmediato a una sesión plenaria para su aprobación».

Querían saber qué iba a ocurrir con sus explotaciones

José Martínez

— Concejal de Vox