Tradición

Trabajan en la renovación integral del Museo del Belén de Lorca

Los trabajos de los Belenistas podrían compatibilizarse con la reconstrucción de la capilla mayor de la ermita de San Roque y San Sebastián que reivindican desde hace más de una década

Torres de Phassael, Hipicus y Mariamme, que mandara construir Herodes, que se recrean el Museo del Belén en la ermita de San Roque.

Torres de Phassael, Hipicus y Mariamme, que mandara construir Herodes, que se recrean el Museo del Belén en la ermita de San Roque. / Pilar Wals

El Museo del Belén de la ermita de San Roque y San Sebastián sufrirá el próximo año una profunda transformación. El interior del monumento, un edificio mudéjar del siglo XV, será renovado en su integridad. Muchas de las maquetas que lo configuran serán sustituidas por otros montajes que han integrado el Belén Monumental Municipal que cada año montan los Belenistas en el patio porticado del Palacio de Guevara. «Estamos trabajando en ello, aunque para el próximo año tenemos muchos retos a los que hacer frente», aseguraba en declaraciones a La Opinión el presidente de los Belenistas, Manuel Sevilla Miñarro.

El Museo del Belén fue inaugurado poco antes de la Navidad de 2014. Un año después, el cardenal Carlos Amigo Vallejo, arzobispo emérito de Sevilla, bendecía el museo. El que fuera elector en los cónclaves de 2005 y 2013 se convertía en el primer pregonero de la Navidad a petición de la Asociación Belenista.

A lo largo de los últimos años al museo se han ido incorporando nuevas maquetas. Entre las más destacadas está el enclave de la Plaza de España. Una impresionante antigua colegial de San Patricio con su fachada principal y las Salas Capitulares. El arco de la calle Cava y la Casa del Coronel Potousse están también perfectamente recreados.

Pero también están el ‘Muro de las lamentaciones’ y el templo de Jerusalén. Destaca también el Palacio de Herodes, que fue construido entre el año 37 y 4 antes de Cristo. Tres grandes torres se pueden contemplar. Las de Phassael, Hipicus y Mariamme, los nombres del hermano, el mejor amigo y la esposa, respectivamente, de Herodes.

El belén costumbrista también está ampliamente representado con construcciones de la época. Y nada más entrar por la puerta un gran risco sorprende. En lo más alto, las antiguas iglesias de San Pedro, Santa María la Mayor y San Pedro. Y el Castillo con la imponente Torre Alfonsina. La gran montaña esconde lo que el visitante se va a encontrar al doblarla, un conjunto de maquetas que conforman un gigantesco espacio perfectamente configurado como belén.

Detrás de la ermita continuaba el templo con la capilla mayor que los Belenistas pretenden reconstruir.

Detrás de la ermita continuaba el templo con la capilla mayor que los Belenistas pretenden reconstruir. / Pilar Wals

Y en torno a ella, la colección que los Belenistas ha ido atesorando del afamado escultor Ramón Cuenca Santo. «Son esculturas únicas e irrepetibles que han sido realizadas a palillo en arcilla cocida, policromada e incluso estofadas», explica Miñarro Sevilla. El templo cristiano, reseñaba, es «el más antiguo de los que se pueden visitar en la ciudad».

Su artesonado y su labra de cantería en la fachada, con arcos de ladrillo árabe en la nave central se completa con un ciclo pictórico al fresco de los siglos XVII y XVIII con escenas alusivas al nacimiento y muerte de Cristo. Precisamente las pinturas preocupan a los Belenistas. «En el interior de la capilla hay mucha humedad que está comenzando a afectar a las pinturas. Una situación que se resolvería si el museo abriese sus puertas cada día», apuntaba José Carlos Gómez, de la Asociación Belenista.

La renovación del contenido del Museo del Belén podría iniciarse tras el desmontaje del Belén Monumental Municipal del Palacio de Guevara, aunque antes se llevará a cabo la renovación de cargos en la organización, por mandato de los estatutos. «Aún no tenemos nada definido en cuanto al argumento que seguirá, aunque está totalmente decidido que con motivo del 25 aniversario se renovará para ofrecer una nueva imagen», contaba Sevilla Miñarro.

Pinturas al fresco de los siglos XVII y XVIII con escenas alusivas al nacimiento y muerte de Cristo, que ocupan las paredes de la ermita.

Pinturas al fresco de los siglos XVII y XVIII con escenas alusivas al nacimiento y muerte de Cristo, que ocupan las paredes de la ermita. / Pilar Wals

Y destacaban la idoneidad de hacer coincidir esa renovación con la reconstrucción de la capilla mayor del templo. «No sería construir un nuevo espacio, porque la ermita de San Roque y San Sebastián estaba integrada por una capilla mayor que se situaba al fondo del templo. Sería reconstruir un espacio que cayó», detallaba José Carlos Gómez.

El terreno necesario se compró hace algunos años, por lo que únicamente tendría que acometerse el proyecto de reconstrucción. «Nos permitiría contar con más espacio donde se podrían mostrar muchas de las maquetas que guardamos en nuestros almacenes. Sería interesante hacer coincidir todas las efemérides previstas con la reconstrucción de la capilla mayor de la ermita de San Roque y San Sebastián», insistía el presidente de los Belenistas.

La importancia de este museo se daba a conocer estos días con cifras que refrendan la necesidad de su ampliación. Esta Navidad duplicaba el número de visitantes, lo que llevaba a que su apertura fuera permanente.