Tradiciones

Unos 500 niños en el Belén Viviente de San Francisco en Lorca

El patio del colegio volvía a recrear los días del nacimiento de Jesús a beneficio de Cáritas y Alzheimer

El patio de recreo del Colegio de San Francisco de Asís es estos días de vísperas de Navidad un escenario que recrea la natividad de Jesús. Nada más cruzar la verja del centro el visitante vuelve a aquellos días que se describen en los evangelios bíblicos de Mateo y Lucas. Entonces, el Niño Jesús nacía en Belén de Judea. Junto a él, estaban la Virgen María y José. El pequeño se mostraba en un pesebre rodeado de ángeles y pastores. Y no muy lejos, los Reyes Magos emprendían su camino para adorar al recién nacido siguiendo una estrella, la estrella de Belén.

Un grupo de pequeñas lavando la ropa en el río del belén.

Un grupo de pequeñas lavando la ropa en el río del belén. / Pilar Wals

Unos 500 escolares del centro, de entre 3 y 15 años, participaban este año en el Belén Viviente, que cumplía su séptima edición. Junto a ellos, profesores y padres que desde hace semanas trabajan para recrear aquellos días del nacimiento de Jesús. Nada más entrar al patio de recreo una veintena de lavanderas arrodilladas lavaban su ropa en un río. No les faltaba detalle, las tablas de madera para restregar la ropa, el jabón casero… y tras lavar camisas, sábanas y calcetines, tendían la ropa en una cuerda con pinzas de madera. El grupo de pequeñas va ataviado a la antigua usanza, sin dejar ningún detalle a la improvisación.

Legión romana, perfectamente uniformada, que recorría el patio del Colegio de San Francisco de Asís, donde estaba montado el Belén Viviente.

Legión romana, perfectamente uniformada, que recorría el patio del Colegio de San Francisco de Asís, donde estaba montado el Belén Viviente. / Pilar Wals

De cuando en cuando la guardia romana, perfectamente uniformada, recorría el Belén Viviente con paso firme, sin dejarse ningún rincón. Y en su recorrido transitaban un mercado repleto de puestos en los que unas fruteras ofrecían frutas y verduras. En el improvisado Egipto, pequeñas hacían abalorios y más adelante castañeras asando castañas en una pequeña hoguera.

Es la Antigua Roma y no faltaba el Senado romano. Sus miembros se mostraban sentados mientras mantenían una reunión en torno al emperador, Tiberio Julio César, nacido con el nombre de Tiberio Claudio Nerón. Pequeñas ataviadas de romanas hacían pulseras, collares y anillos, que vendían a los visitantes. Y un grupo de madres ponía un tenderete en el que se vendían además de dulces caseros, gusanitos y patatas.

Un grupo de alumnas en un puesto de fruta del mercado del belén.

Un grupo de alumnas en un puesto de fruta del mercado del belén. / Pilar Wals

Los oficios también estaban presentes en el Belén Viviente de San Francisco de Asís. Una legión de pequeños hacía platos y vasos de barro en una alfarería. Y justo al lado, otra tanda de niños amasaba y daba forma a hogazas de pan y dulces que más tarde metían en un horno de leña. En una jaima los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, descansaban de su largo viaje mientras recorrían medio mundo siguiendo -montados en sus camellos- a una estrella para adorar al Mesías.

En la panadería, con horno de leña incluido, el trabajo era un no parar.

En la panadería, con horno de leña incluido, el trabajo era un no parar. / Pilar Wals

Y en el portal de Belén, la Sagrada Familia, rodeada de ángeles y pastores. José, María y el niño, se relevaban cada media hora y sustituidos para evitar que los pequeños se cansasen. Igual se hacía con cada una de las escenas que se recreaban en este nacimiento que este año lograba en su primer día atraer a casi a un millar de lorquinos.

Los Reyes Magos se mostraban en una jaima descansando para continuar su camino hacia Belén para adorar al Niño.

Los Reyes Magos se mostraban en una jaima descansando para continuar su camino hacia Belén para adorar al Niño. / Pilar Wals

La jornada de este miércoles era maratoniana. Por la mañana, cientos de pequeños de otros colegios acudían hasta el Belén Viviente de San Francisco para visitarlo. Y por la tarde, se abría al público en general. Los organizadores, padres y profesores del centro, calculaban que unas dos mil personas lo habrán visitado en los dos días de apertura. Este año los beneficios serán para Cáritas Interparroquial y la Asociación del Alzheimer