Fiestas

Los ‘asaltos’ al árbol de Navidad de Santa María en Lorca obligan a su traslado

Hasta en tres ocasiones robaban el cableado del gigantesco abeto, que se llevaba a San Vicente

Alumnos de Empleo montando el árbol en San Vicente.

Alumnos de Empleo montando el árbol en San Vicente. / Pilar Wals

El atrio de la antigua iglesia de Santa María se quedaba vacío este viernes cuando se procedía al desmontaje del gigantesco árbol de Navidad que se había colocado días antes para trasladarlo a la Glorieta de San Vicente. La decisión se tomaba después de que el abeto, a base de módulos de acero y luces que conformaban un gran cono, fuera ‘asaltado’ hasta en tres ocasiones. «Se llevaron el cable y se repuso de inmediato, pero volvió a ocurrir una segunda vez y una tercera, además de producir importantes daños en la instalación eléctrica», afirmaba en declaraciones a La Opinión la edil de Fomento, Isabel Casalduero.

Finalmente, se tomaba la decisión de trasladar la infraestructura para evitar más destrozos. «No teníamos más cable, porque se ha repuesto unos 400 metros de tendido con iluminación led, por lo que se tomó la decisión de quitarlo de ese lugar para evitar más actos vandálicos sobre el abeto y trasladarlo a otra zona», argumentaba la edil de Fomento. La estructura del abeto sufría importantes daños, por lo que únicamente se ha podido utilizar siete de los diez metros con que contaba en el nuevo emplazamiento. «La parte de la base está destrozada y habrá que renovarla. Se ha eliminado y se ha colocado en la Glorieta de San Vicente, donde nos habían solicitado decoración navideña», apuntaba Casalduero.

La edil se mostraba disgustada por la situación. «Es una pena porque la estructura quedaba impresionante en ese lugar. Se trataba del árbol de Navidad emplazado en el lugar más alto de la ciudad y a las puertas del ciuFront que este año abre sus puertas para mostrar su belén. Era precisamente el presidente de la Federación San Clemente el que constantemente nos daba cuenta del expolio que estaba sufriendo el abeto. Y, finalmente, se decidió trasladarlo antes de que pudieran destrozarlo».