Una higuera, un romero y otros arbustos crecen en lo más alto de la fachada principal de la antigua colegial de San Patricio. Su visionado se hace difícil en cuanto a los que rodean al Ángel de la Fama, que remata el ancho frontón triangular que sobresale sobre la techumbre de la nave mayor. Justo encima del tímpano y enmarcado en un círculo donde está representado el Espíritu Santo, en la forma simbólica del Ave Fénix, se eleva el ángel que ahora se muestra acompañado por lo que podría ser un exuberante romero, visible en el reverso desde la Plaza de España.
En el cuerpo anterior, a poca distancia de la hornacina de la Virgen del Alcázar, un ángel trompetero se muestra rodeado por plantas que crecen y, a sus pies, una higuera se abre camino hacia lo más alto, alcanzando más de un metro de altura, como aseguraba en declaraciones a La Opinión el presidente del Foro Casco Histórico, Jesús López Molina. Este se mostraba preocupado porque “las raíces de este árbol suelen ser muy profundas y puede estar haciéndose hueco entre las juntas de las piedras, por lo que se podrían producir desprendimientos, con el consiguiente riesgo”.
Reclaman una solución inmediata, pero advierten de que cortar los arbustos y el árbol podría acarrear males mayores. “No se puede llegar con unas tijeras y cortarlos. Hay que procurar extraer las raíces con sumo cuidado para evitar que vuelva a crecer y que lo haga con más fuerza”, alertaba López Molina. Para ello, los expertos deberán alzarse hasta lo más alto del monumento y ejecutar complicadas labores. López Molina, apuntaba que se pondrán de inmediato en contacto con la edil de Cultura, María de los Ángeles Mazuecos, para que desde el Consistorio se tomen las medidas oportunas.
Por último, insistía en la necesidad de “eliminar la higuera de uno de los declives, donde se encuentra uno de los ángeles recostado y tocando la trompeta antes de que este ejemplar continúe su crecimiento y los daños se hagan más profundos en un monumento que fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional por decreto del 27 de enero de 1941 y, por tanto, en Bien de Interés Cultural.
El templo, recalcaba López Molina, es el único en nuestro país bajo la advocación de San Patricio. La dedicación al Santo irlandés, tiene su origen en la batalla de Los Alporchones, librada el 17 de marzo de 1452, día de San Patricio. Sus obras comenzaron, por bula del Papa Clemente VII, en 1533, sobre la antigua iglesia de San Jorge. Las obras continuaron hasta 1780, siguiendo el proyecto de Jerónimo Quijano. Está concebida con aires catedralicios.
