Con el objetivo de fomentar el conocimiento de ambas realidades del Carmelo Descalzo, de establecer relaciones de cooperación y colaboración, y para revalorizar el «enorme valor del patrimonio cultural y religioso que simbolizan», el presidente de Místicos y prior del Convento Nuestra Señora del Carmen de Caravaca de la Cruz, fray Pascual Gil, y el director del CITeS, fray Jerzy Nawojowski, firmaron en la tarde del sábado un hermanamiento entre ambas instituciones. De esta manera Místicos y CITeS acuerdan que mantendrán relaciones de «amistad, unión y fraternal hermandad para conseguir los fines propios»; colaborarán en la «difusión, estudio y conservación del legado espiritual, cultural y patrimonial» de santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz; manteniendo un contacto fluido.

La asociación visita Toledo y Ávila buscando propuestas que puedan desarrollarse en el Convento de San José de Caravaca, fundación de santa Teresa de Jesús.

 

Tras la lectura y firma del hermanamiento, el presidente de Místicos dio las gracias al director del CITeS, que representaba a «la Orden del Carmelo Descalzo de todo el mundo en Ávila», ya que en este centro estudian carmelitas del mundo entero. Destacó que esta relación de hermandad significa que «Caravaca existe»: «Los caravaqueños queremos estar en el mapa del mundo teresiano sanjuanista, la firma de este hermanamiento es una alianza para que aparezcamos». También recordó que de esta manera Ávila, «lugar de los orígenes», se acerca a Caravaca.

En los últimos años, varios profesores del CITeS han participado en los ciclos de conferencias que se realizan cada año en Caravaca en la fiesta de santa Teresa. «Este centro es una gran máquina y nosotros nos incorporamos a ella para que la “Universidad de la Mística” se haga presente en la Región del Murcia, en la ciudad de Caravaca», subrayó Pascual Gil.

Por su parte, el director del CITeS dio las gracias al presidente y a los miembros de la junta: «Es un honor recibiros en este centro, cuya labor principal es el estudio y la vivencia de la mística, especialmente de san Juan de la Cruz y santa Teresa de Jesús».

Jerzy Nawojowski dio ánimos a la junta en la labor que realiza y en el empeño de que el convento, fundación de santa Teresa de Jesús en Caravaca, pueda convertirse en un lugar de referencia sobre los místicos del Carmelo Descalzo: «Santa Teresa os ayudará a encontrar maneras y modos para abrir una nueva realidad, para ayudar a mucha gente, no solo personas de Caravaca, sino de todos los rincones del mundo. Yo vine aquí, desde Polonia, para conocer mejor a la Santa. Por eso tiene sentido volver a estos lugares, respirar el aire y dar otras claves de interpretación».

El 15 de octubre de 2019 se constituía la Asociación San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús en Caravaca (Místicos) con el objetivo de mantener vivo el legado de los santos del Carmelo Descalzo en esta ciudad del noroeste murciano. Al amparo de la Vera Cruz, santa Teresa de Jesús fundó en Caravaca en 1576 y san Juan de la Cruz lo hizo en 1587. Tan solo hay dos ciudades que posean fundación de los dos santos y una de ellas es Caravaca de la Cruz.

En 2004, la comunidad de Carmelitas Descalzas abandonó Caravaca para emplazarse en un nuevo convento en otro lugar de la Diócesis. Desde entonces, el edificio ha tenido diferentes propietarios hasta que en mayo de 2021 lo adquirió la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

En su ánimo de buscar propuestas que ayuden a que el Convento de San José de Caravaca, fundación número 12 de Teresa de Jesús, pueda rehabilitarse y dedicarse a un fin acorde con el que fue concebido, Místicos ha conocido de primera mano cómo funcionan dos centros de referencia del Carmelo Descalzo en España: el Convento del Espíritu Santo de los Carmelitas Descalzos de Toledo y el Centro Internacional Teresiano Sanjuanista (CITeS) «Universidad de la Mística» de Ávila.

 

Toledo, un convento restaurado que recuperó su esencia del XVII 

Los miembros de la junta de Místicos llegaron el viernes por la tarde a Toledo. El prior, Tito Plaza Hurtado, les explicó cómo recuperaron los frailes, «con más horas de trabajo que dinero», el convento décadas después de que gran parte del mismo fuera destruido durante la Guerra Civil. Al finalizar la guerra se realizaron algunas reformas, pero fue hace veinte años cuando se comenzó una rehabilitación integral, recuperando la imagen primigenia. Ladrillo visto, colañas de madera y celosías, se conjugan a la perfección con un rico patrimonio artístico y el mobiliario actual. 

La reforma ha permitido recuperar el aljibe, que sirve para el riego de la huerta (en la que se encontraba la antigua biblioteca que fue destruida en la guerra). El pozo que se adentra en la cisterna que recoge el agua de lluvia se encuentra en el patio del claustro, un espacio de exterior que se reconvirtió en un gran salón cuando se cerró con una cubierta de cristal y un gran toldo que protege del exceso de calor. Una idea que permite controlar la temperatura de todo el claustro, junto a la calefacción de suelo radiante de agua. 

Los pasillos están repletos de obras de arte, donaciones que a lo largo de los años los carmelitas han ido recibiendo y que gracias al buen hacer del prior del convento, también restaurador y escultor, han recuperado su esplendor original. 

Al igual que el de los carmelitas de Caravaca, al rehabilitarse, el convento de Toledo se ha transformado también en hospedería y, además, acoge diferentes eventos. Con los años se ha convertido en uno de los espacios más demandados por la sociedad toledana para este fin. Y si no fuese suficiente, en las instalaciones del convento hay también un albergue. Un amplio espacio, perfectamente acondicionado, muy demandado por grupos que llegan de toda España, sobre todo, que trabajan con adolescentes o jóvenes. 

Un convento que se sostiene gracias a la gestión que realizan los frailes, sin carga ni ayuda de las administraciones públicas.

 

El CITeS, un sueño hecho realidad que atrae a personas de todo el mundo 

A media mañana del sábado, la delegación caravaqueña llegaba a Ávila. A unos metros del Convento de la Encarnación, del que santa Teresa salió para fundar el Convento de San José, su primer «palomarcico», se encuentra el Centro Internacional Teresiano Sanjuanista (CITeS) «Universidad de la Mística» de Ávila. Un gran proyecto que permite, a personas del mundo entero, estudiar en profundidad a los místicos y demás santos del Carmelo Descalzo. 

El CITeS nació para formar a los frailes, pero después, debido a la gran demanda, la Orden decidió abrir este centro para la formación de otros religiosos que vivían el espíritu carmelitano y a partir del año 2008 se inaugura un nuevo edificio y se abre la posibilidad de formación también a los laicos. Así nació este proyecto en el que no solo se estudia la mística, sino que quienes allí se forman conviven con la comunidad de frailes de esa casa.  

Tan solo desde el cielo abulense puede contemplarse la estrella del CITeS, ya que este edificio posee esta forma porque este lugar se ideó para que la «Universidad de la Mística» pueda convertirse en una «estrella» que sea «luz para hombres y mujeres de nuestro tiempo». Un centro que no solo realiza actividades académicas, sino también culturales y experienciales, ya que acoge a peregrinos y personas que buscan pasar unos días en silencio y oración. El edificio, con una arquitectura «diferente y peculiar», invita «a profundizar, a adentrarse en el interior». Un proyecto que tuvo un presupuesto final de 12 millones de euros y que se consiguió pagar en tiempo récord.

Visitando una hospedería en Toledo