El parque Nuestra Señora de los Dolores en Puente Gimeno, en el barrio de San Diego, era un lugar tranquilo donde al caer la tarde decenas de vecinos, niños y mayores, se daban cita. Los ancianos charlaban en sus bancos, mientras los padres acudían con sus hijos para que jugasen con sus amigos. Sin embargo, desde un tiempo acá la situación ha cambiado sustancialmente. “Mi padre no baja y a mí no se me ocurre hacerlo con los niños. Procuro buscar otros lugares para que jueguen”, relata una vecina, madre de dos hijos, que prefiere ocultar su nombre. “Ponme María, por ejemplo, porque tengo miedo a represalias”, admitía.

No es la única. La mayor parte de los vecinos se siente intimidado. “Tienen miedo. Miedo a que sepan que han denunciado la situación que padecen desde hace casi un año. Están en el parque y se ven envueltos en peleas con palos y navajas. Quién va a ir al parque a pasear con sus mayores o con sus hijos”, preguntaba el portavoz de Izquierda Unida-Verdes, Pedro Sosa.

La policía está actuando, reconocía, y ya se ha producido alguna que otra detención. La situación, denunciaba, se complica al caer la noche y durante la madrugada. “Hay pandillas, grupos de jóvenes de entre 15 y 17 años, que se pelean. Y lo hacen con palos, con navajas… arremetiendo con todo lo que se encuentran a su paso. Es una situación muy difícil con la que convivir cada día. Los vecinos están cansados, agotados”.

El parque se ha convertido en el “centro neurálgico de estos jóvenes. Aquí se dan cita, se pelean y montan sus altercados que no dejan vivir tranquilos a los vecinos”. Y aseguraba que algunos están abandonando el barrio. “Muchos. Muchos han decidido vender sus pisos y marcharse. Pero no solo en San Diego. También en la calle Mayor se están produciendo muchos abandonos”, recalcaba.

En esta zona, contaba, hay muchos comercios “que permanecen abiertos hasta altas horas de la madrugada, con las consiguientes molestias para los vecinos que no pueden descansar hasta que cierran sus puertas. Hay barberías, teterías, tiendas… que prácticamente permanecen abiertas todo el día”. El edil indicaba que está previsto que la semana que viene los vecinos se reúnan con la policía para intentar dar una solución a la situación.

Las quejas también vienen referidas por un establecimiento de juego y apuestas cercano. “A sus puertas se suceden constantemente las peleas y trifulcas. No se entiende que un lugar de juego se sitúe frente a un parque infantil y a pocos metros de un colegio”, denunciaba el portavoz de Izquierda Unida-Verdes que pedía “una solución inmediata para evitar males mayores”.