El Pleno ordinario de septiembre, que se celebraba en octubre, iba más o menos bien hasta que llegó el punto número 15 en el orden del día. La moción de la edil delegada de Igualdad, Antonia Pérez, sobre aprobación del Proyecto de modificación del Reglamento Orgánico del Consejo Sectorial de Mujer e Igualdad de Oportunidades de Lorca, llevaba a un tenso encontronazo de las ediles María del Carmen Menduiña, de Vox, y Gloria Martín, de Izquierda Unida-Verdes.

Ambas ediles protagonizaban la enésima trifulca ante un aforo que se quedó en silencio, mudo, sin articular palabra por la sorpresa del nuevo enfrentamiento. Una y otra se recriminaban, interpelaban y acusaban… mientras el alcalde, Diego José Mateos, desde la presidencia intentaba poner orden. Las dos, exaltadas y gesticulando con las manos, mientras los ediles que había a su alrededor las miraban con incredulidad, ante el ‘show’ al que estaban asistiendo.

El debate entre ambas giraba en esta ocasión en torno a la Mujer, a la igualdad de oportunidades… de la dialéctica se pasaba al intercambio de opiniones en un tono más alto de lo habitual. Sin embargo, afortunadamente, no fue a más gracias a la intervención del presidente de la sesión que intentaba mediar sin conseguirlo entre las dos ediles que se han enfrentado en numerosas ocasiones con ‘espectáculos’ similares al de este miércoles.

Uno de los más enérgicos fue en la jornada en que se suspendió el Pleno en el que se iba a debatir sobre las distancias mínimas de viviendas, consultorios médicos, colegios y manantiales con los cebaderos. María del Carmen Menduiña y Gloria Martín tuvieron una fuerte discusión con un acalorado debate en el salón de plenos poco después de conocerse que la sesión se suspendería por el ‘asalto’ de los ganaderos. Pero los momentos de tensión también se han producido en otras sesiones. Incluso alguna abandonaba el Pleno antes de su finalización para evitar cruzarse entre pasillos.

La tensión es continua. La cercanía de sus ‘escaños’ lleva a que durante la intervención de una y otra las interpelaciones a media voz se sucedan. El ambiente se enrarece por momentos. Es preocupante e indignante este tipo de actitudes de falta de respeto, de moral y de ética, valores que se supone debe tener la institución en la que reside la soberanía popular. Se echa de menos que el alcalde abronque con mayor contundencia a los ‘oradores’ que rompen el turno de palabra, que intervienen cuando un compañero está en su uso y, por supuesto, que falte al respeto a otro edil, porque se lo está faltando al Pleno y al pueblo de Lorca.