Desde ayer, que fue la primera concentración y hasta que no se instale un nuevo transformador, los alumnos, profesores y representantes del AMPA del IES Rey Carlos III de Águilas, se concentrarán cada día, a las 11.20 horas, durante el recreo, para pedir una solución a un problema que vienen arrastrando desde finales del pasado curso.

Y es que, aunque fue el pasado 8 de junio cuando el transformador del centro se quemó, la avería se arrastra desde «el 14 de noviembre de 2020, cuando el transformador del IES Rey Carlos III sufrió una avería por falta de mantenimiento. Y, aunque de forma inmediata se puso en conocimiento de la Consejería, no se llevó a cabo reparación ninguna lo que provocó que el pasado 8 de junio se quemara, dos años después de comunicar a la Consejería la primera incidencia y habiendo hecho ésta caso omiso a las reiteradas peticiones de arreglo», relataba ayer la edil de Educación de Águilas. Francisca Gallego. Recuerda, además, que «el 15 de junio la consejería de Educación envió al instituto una solución provisional consistente en un grupo electrógeno de gasoil, al tiempo que anunció la ejecución de las obras de construcción del nuevo transformador; obras que se llevarían a cabo por trámite de urgencia pero que, a día de hoy, no han comenzado».

La edil ha calificado de «tercermundista» que a día de hoy»estemos con un generador», lo que genera problemas como el tiene la FP básica de cocina, «que no se puede hacer porque por la noche no pueden estar refrigerados los alimentos».

El presidente del AMPA del IES Rey Carlos III, Vito Contaldi, también ha recordado que es un problema que existe desde el 2020. «En junio se quedó el centro una semana sin suministro eléctrico, un mes muy importante por las evaluaciones, la preparación de la EBAU o las matrículas, y no se pudo trabajar con normalidad», explicó para añadir que «la consejería nos dijo que se iba a trabajar este verano para que al empezar el curso no hubiera problemas, pero sin embargo aquí estamos, igual».

Un grupo electrógeno que, según el Ayuntamiento, también está provocando malestar a los vecinos del centro por el ruido que genera desde las 8 de la mañana hasta las 22 horas cuando cierra el Centro de Educación de Adultos, señala la edil de Educación, que, además, ha transmitido su malestar por una situación que «supone al instituto tener que asumir el coste del gasoil con el que funciona el generador».