Una imagen vale más que mil palabras’. El adagio, parafraseado, atribuido al dramaturgo y poeta noruego Henrik Ibsen, viene como ‘anillo al dedo’ para relatar la emoción que vivía este domingo el torero lorquino Pepín Jiménez. José Jiménez Alcázar se adentraba en el coso de Sutullena, en la recta final de las obras de rehabilitación tras los terremotos de mayo de 2011, y mirando al tendido desde el ruedo se emocionaba. A duras penas podía evitar que las lágrimas afloraran a sus ojos, humedecidos por la emoción, mientras a los que le acompañaban, el alcalde Diego José Mateos y el presidente del Club Taurino de Lorca Juan Coronel, les mostraba su brazo con el vello erizado.

Estoy totalmente emocionado. Muchas gracias al Ayuntamiento de Lorca y a todos los que han participado para que esto sea ya una realidad, porque el fin ya se toca”. El maestro echaba la vista atrás para rememorar sus primeros recuerdos en esta histórica plaza. “No puedo decir desde cuándo tengo recuerdos aquí, porque ha sido desde siempre. La he sentido, la he vivido, de niño, de adolescente… hasta hoy”. En la Plaza de Toros de Sutullena ha vivido tardes memorables, pero también se refería algunas para el olvido. “Aquí he disfrutado de tardes muy buenas. Y alguna que mejor no recordarla, como ha sido algún percance que me ha sucedido y que prefiero olvidar. Volviendo a lo bueno, me he emocionado al entrar. Estoy muy contento”.

Isidro Abellán, Diego José Mateos, Pepín Jiménez, María Ángeles Mazuecos y Juan Coronel. Pilar Wals

El alcalde, a su lado, relataba lo vivido. “He podido comprobar de primera mano cómo se emocionaba el maestro Pepín Jiménez. Estamos empeñados en terminar la plaza lo antes posible. Hemos sufrido retrasos en relación con el modificado del proyecto, porque el tendido se iba a mantener y hubo que desmontarlo, porque se caía. De hecho, una parte se desmoronó con la lluvia. Esto ocasionó retrasos, pero también la crisis de Ucrania causó problemas por el suministro de madera, que ha costado mucho que nos la sirvieran”.

Y anunciaba que “esperamos que esté para el primer trimestre del próximo año. A partir de ahí, celebraremos eventos taurinos, que es lo que tiene que reinaugurar la plaza, pero es un coso polivalente, preparado para música, ocio, espectáculos deportivos… Tres locales, un museo taurino… Vamos a intentar que este espacio, en el centro de la ciudad, sea una realidad lo antes posible”.

El torero lorquino, emocionado, apretaba el brazo del alcalde en señal de agradecimiento mientras recordaba su vida ligada siempre al coso de Sutullena. Pilar Wals

Al maestro Pepín Jiménez, al alcalde y al presidente del Club Taurino, le pedía LA OPINIÓN un cartel para la reinauguración. “El maestro Pepín Jiménez se ha emocionado al entrar, pero él sería capaz de emocionar a 4.500 personas con solo verlo hacer el paseíllo el día de la inauguración”, aseguraba Coronel. Pepín Jiménez le respondía: “Hay uno que tiene que ir seguro y es Paco [Ureña] y dos más o cinco más. No sería mala idea una inauguración con seis matadores”. Juan Coronel insistía: “Mi cartel, siempre lo he dicho, sería Pepín Jiménez y Paco Ureña, mano a mano. Ese sería el sueño de Lorca y de la afición taurina de la ciudad”.

Emocionado se mostraba el presidente del Club Taurino. “Emociona entrar aquí y ver todo el trabajo que se ha hecho, que se está haciendo… Llevamos mucho luchado para llegar al día de hoy, a lo que estamos viendo. Te emociona ver la realidad, donde estamos, en la recta final, mes arriba o mes abajo, se va a reinaugurar. Es sorprendente la ilusión de los lorquinos. Desde mucho antes de las diez de la mañana aguardaban para poder entrar y verla. Esta plaza más que un monumento es parte de la ciudad, de la vida de los lorquinos. La sentimos como algo muy nuestro. Es un gran día, un día muy emocionante”.