La Virgen de las Huertas cruzaba el Puente Viejo del Barrio este domingo de vuelta a su Santuario Patronal. Santa María la Real de las Huertas era portada a hombros por los Mozos Costaleros mientras la Banda de cornetas y tambores de la Archicofradía del Santísimo Cristo de la Sangre, Paso Encarnado, y los rabaleros, abrían un pasillo para despedirla entre aplausos y vivas. Antes de cruzar el Puente Viejo el trono de la Patrona se daba la vuelta para que la Virgen echara una última mirada al barrio de San Cristóbal.

Cientos de rabaleros despedían a la Virgen de las Huertas en un abarrotado atrio de San Cristóbal. Pilar Wals

Poco antes, la imagen partía de un abarrotado templo y un repleto atrio. Desde allí, transitaba bajo los balcones de la Casa Museo del Paso Encarnado, desde donde caía una lluvia de pétalos de flores. Antes de encaminarse hacia el Puente Viejo, tras pasar por la Plaza de la Estrella, el trono hacía una pequeña parada a las puertas de la Casa de los Mínguez. De esta forma, los portapasos homenajeaban al que fuera mozo costalero y alcalde pedáneo del barrio de San Cristóbal, Juan Mínguez.

Desde los balcones de la Casa Museo de la Archicofradía del Santísimo Cristo de la Sangre, Paso Encarnado, se lanzaban pétalos de flores al trono de la Patrona. Pilar Wals

El transitar por la avenida de Santa Clara se hacía rápido por la presencia de grandes nubes que amenazaban lluvia. Sin embargo, las precipitaciones no hacían acto de presencia, ya que como manda la costumbre muchos eran los fieles que en los días previos habían llevado huevos a las clarisas para que pidieran buen tiempo para acompañar la romería de regreso de la Patrona a su santuario.

Antes de encaminarse al Puente Viejo del Barrio el trono de la Patrona hacía un alto a las puertas de la Casa de los Mínguez como homenaje al que fuera Mozo del Convento y alcalde pedáneo del barrio de San Cristóbal, Juan Mínguez. Pilar Wals

La Virgen de las Huertas llegaba a la capilla del Monasterio de Santa Ana y Santa María Magdalena de clarisas poco antes del mediodía. Cientos de fieles aguardaban a las puertas del convento la llegada de la imagen que no acudía hasta el lugar desde hacía casi dos décadas. Entonces, como en la jornada de este domingo, la Virgen regresaba de la iglesia de San Cristóbal, donde había pasado –como ocurría en esta ocasión- los días de la Feria y fiestas de septiembre.

En el Puente Viejo del Barrio la Banda de cornetas y tambores del Paso Encarnado y los rabaleros abrían un pasillo para despedir a la Patrona mientras le aplaudían y le lanzaban vivas. Pilar Wals

A las puertas de la capilla de clarisas aguardaba el Padre Miguel Ángel Olivares Alarcón que acompañaba al trono hasta el altar mayor. El tránsito por el templo se hacía complicado por la masiva presencia de fieles que abarrotaban la pequeña capilla. Y desde detrás de la reja, que marca la clausura, se oían los cánticos de bienvenida que las clarisas dedicaban a la imagen. La voz de algunas de las monjas se quebraba por la emoción de ver por primera vez a Santa María la Real de las Huertas adentrarse hasta lo más profundo de la clausura.

La Patrona llegaba al convento de clarisas a cuyas puertas esperaba el Padre Miguel Ángel Olivares Alarcón. Pilar Wals

Con voz entrecortada también se mostraba el capellán del Santuario Patronal de la Virgen de las Huertas que agradecía la oportunidad que se les brindaba a las clarisas de estar unos instantes con la imagen. La Virgen lucía bellísima en su trono pequeño. Aparecía rodeada de rosas y nardos y a sus pies, limones, granadas y dátiles. El altar mayor de las clarisas había sido decorado profusamente con distintas variedades de flores en tonalidades rosas. Antes de abandonar el templo las monjas tenían la oportunidad de acercarse hasta la Patrona.

La Virgen de las Huertas se adentraba en la capilla del monasterio de clarisas mientras las monjas entonaban un cántico de bienvenida. Pilar Wals

Y agradecían al presidente de la Real Hermandad de la Virgen de las Huertas, Ignacio Arcas Cuartero, el detalle de –por primera vez- haber adentrado el trono de la Patrona hasta el interior de la capilla del convento de clausura. Junto a él, el alcalde, Diego José Mateos, que aseguraba que era un momento histórico y repleto de emoción.

Sor María de los Milagros, Sor Fátima, Sor Isabel Teresa, Sor Rosario, Sor Ana María, Sor María Jesús, Ignacio Arcas Cuartero, Diego José Mateos, el Padre Miguel Ángel Olivares Alarcón, María Dolores Chumilla y María Ángeles Mazuecos, ante el altar mayor de la capilla del convento de clarisas. Pilar Wals

El trono abandonaba el templo y continuaba su transitar por la avenida de Santa Clara hasta el Puente de la Torta y, desde allí, por la alameda a la que da nombre hasta su santuario patronal. La Virgen de las Huertas permanecerá en el convento patronal hasta el mes de mayo en que se iniciará su transitar, cada mañana de domingo, en los tradicionales Rosarios de la Aurora.