Érase una vez un actor llamado Raúl Rey. Érase que se era un escritor, cuentacuentos, mago… Que llegó de La Habana para quedarse en nuestros corazones hasta siempre. Cuentan que, en un país lejano a su tierra una mañana decidió “subir hasta el cielo y desde allí podrá escuchar los cuentos que le vamos a dedicar”. Así arrancaba la vigésimo séptima edición del maratón ‘Lorca, ciudad de cuento’ que se celebraba en la tarde noche de este viernes a las puertas de la Biblioteca Pública Pilar Barnés. Raúl Rey se marchó durante la pandemia y aún estaba pendiente un recuerdo a su memoria que llegaba de manos de los casi medio centenar de ‘cuentacuentos’ que participaban en una de las actividades más emblemáticas de la Feria y Fiestas de septiembre.
Y con un ‘Érase una vez’ arrancaba el maratón y el cuento del alcalde, Diego José Mateos, que relataba la historia más larga jamás contada. Embobados escuchaban los más pequeños que durante casi tres horas no perdieron detalle de los cuentos, leyendas e historias que unos y otros relataban. El vicealcalde, Francisco Morales, se subía al escenario para contar una leyenda sobre el agujerito de la luna. Y Antonia Pérez, la edil de Educación, sobre un niño llamado Juan que se pintaba las uñas y que “podéis encontrar en las estanterías de la biblioteca que tenemos aquí justo detrás”, afirmaba.
El líder de la oposición, Fulgencio Gil, advertía: “No voy a contar un cuento, sino una historia”. La historia de su hija, María, y una librería cargada de historias. Y a un bosque encantado con un duendecillo transportaba la edil de Izquierda Unida-Verdes, Gloria Martín, a todos los asistentes.
Los niños no perdían ojo a los contadores. La mayoría, pendientes de un papel en el que llevaban bien anotadas sus historias. Los participantes más pequeños, sin embargo, sorprendían con historias inventadas, varitas, gorros de bruja, flores mágicas… y hasta un perro llamado Coco, como era el caso de la ‘contadora’ Constanza Pía Pérez. Varios pequeños acompañaban a la profesora del Andrés García Soler, María Elena Baenas Abellán, mientras contaba una historia. Lo hacía “como lo hacemos en clase cada día”.
Darío y Cecilia Martínez Aznar, usuarios de la Biblioteca Infantil; María Ángeles Serrano, de la Asamblea Local de Cruz Roja; el periodista, Jorge Segura… y así hasta medio centenar de personajes de la política, el deporte y ONGs desfilaron durante la tarde noche relatando aventuras que mayores y pequeños escucharon como se hacía antaño. Y especial protagonismo tuvieron no solo los usuarios de la Biblioteca Infantil, sino también los ganadores de concursos literarios como el de cuentos de Concha Fernández Luna. Teresa Franco Martínez sorprendía a todos con la creación que le valió el primer premio del certamen en su última edición.
Las bibliotecarias también relataron historias. Luisa María García Peñas y Susana de Torres Mora, son unas auténticas expertas en estos lares, ya que son las que habitualmente atienden las visitas de los escolares que acuden a la biblioteca. Inma Guillén, la actriz principal de ‘La Casita de Chocolate’ que desde hace meses recorre los escenarios de todo el país, fue dando paso a los ‘contadores’. De cuando en cuando relataba una aventura que hacía que los más pequeños la siguieran en su transitar por el escenario. A su lado, Lorena Rincón, intérprete de lengua de signos de Fesormu, que permitió que los niños con problemas auditivos pudieran seguir con total normalidad todo lo que acontecía.
Y si ‘Érase una vez…’ fue una de las frases más repetidas de la tarde noche, ‘¡Colorín, colorado, este cuento se ha acabado!’, no lo fue menos. Con esta expresión que pone el punto y final tradicionalmente a las historias, leyendas y cuentos, damos por concluido también este artículo, aunque ‘continuará’ el próximo año.
