La ciudad está inmersa en la configuración de su perfil para las próximas décadas. Obras de gran calado ocupan zonas por las que hasta el momento nunca antes se había mostrado interés. La inmensa mayoría vienen a resolver problemas históricos que harán mucho más fácil la vida de los lorquinos, pero también de los que apuesten por una ciudad cada vez más cosmopolita.

En el recorrido hasta el Recinto Ferial del Huerto de la Rueda son visibles las obras del Tramo III de la Ronda Central de Evacuación, desde el Puente de Vallecas hasta el nuevo construido para salvar el cauce del río Guadalentín, apenas a unos metros del Monasterio de Santa Ana y Santa Magdalena de clarisas. La actuación lleva a la desaparición de la Rambla de Tiata, por donde en breve transitará una carretera bajo el Puente de la Torta.

Ya no será necesario adentrarse por la arteria principal de la ciudad para cruzarla. Se podrá bordear, por lo que se descongestionará el centro de tráfico. Pero a esta vía se sumará otra, la del Vial de los Barrios Altos. Tras el terremoto se comprobaba la necesidad que había de comunicar los barrios entre sí, pero también de crear unas vías de comunicación que permitieran llegar a cualquier rincón para prestar la ayuda necesaria. El Vial de los Barrios Altos comunicará la carretera de La Parroquia con la Ramblilla de San Lázaro, pero también a San Juan, Santa María y San Pedro.

Acontecimientos como la Feria de septiembre atraen a clientes potenciales e inversores

A la avenida de Juan Carlos I y Lope Gisbert –esta última en un único sentido de circulación- se sumará la Ronda Central de Evacuación y el Vial de los Barrios Altos. El ‘punto negro’ de San Antonio desaparecía parcialmente con la apertura de un paso inferior, que en breve se descongestionará aún más con la puesta en marcha de los carriles auxiliares. Se reconstruye la fuente y con ella se embellece uno de los principales accesos a la ciudad, además de conectar la autovía A-7 con la de Águilas.

Y se mejora el Recinto Ferial del Huerto de la Rueda. De la infraestructura se demolía un espacio que ha sido reconstruido tras retranquearse y que permitía crear aseos acordes a las necesidades de un recinto en constante crecimiento en cuanto a actividades que se dan cita. El acceso al Huerto de la Rueda e Ifelor, también se verá mejorado con la nueva carretera que dispondrá de una gran rotonda en la que confluirán las distintas vías.

Aunque quizás la infraestructura que mayor dosis de interés causa es la construcción del futuro Palacio de Justicia. El solar donde se levantará ocupa toda una manzana de la vieja ciudad, a pocos metros del Ayuntamiento y de la Plaza de España. Las cuatro sedes judiciales desperdigadas por la vieja ciudad se unificarán en un espacio que pretende estar listo en veinticuatro meses.

Diego José Mateos, Francisco Morales, Antonia Pérez, Isidro Abellán, José Ángel Ponce y Mari Ángeles Mazuecos, en los 'caballitos'. PILAR WALS Pilar Wals

Se proyecta, por tanto, la Lorca de hoy, pero también la Lorca de mañana, con una proyección de décadas que contemplen los cambios futuros que se puedan avecinar. Y poniendo un especial interés por recuperar la capitalidad comarcal y el vértice de ese triángulo que antes conformaban Murcia, Cartagena y Lorca, como aseguraba recientemente el alcalde, Diego José Mateos. La eficiencia energética está presente en edificios municipales, pero también en la iluminación de calles y monumentos. Y se recuperan espacios deteriorados desde hace largo tiempo como el paseo volado sobre el cauce del río Guadalentín o la pasarela Alcalde Miguel Navarro Molina.

Y la alta velocidad llega a la ciudad en forma de un gran viaducto que se construye en la pedanía de Tercia que logrará acabar con las dificultades que planteaban transportistas y cooperativas, emplazadas en la zona de influencia. Únicamente queda conocer el proyecto de soterramiento a su paso por la ciudad, en el que se trabaja con la colaboración del Ayuntamiento. La trama urbana por donde discurría el Cercanías se convertirá en un espacio para el disfrute de los lorquinos. El proyecto podría ser presentado en pocas semanas, mientras el resto de tramos avanzan a pasos agigantados. Mientras, los polígonos industriales se preparan para nuevas inversiones. Al de Saprelorca podría sumarse en importancia el de Serrata que vislumbra en la autovía a Caravaca el mejor de los impulsos para lograr la implantación de nuevas firmas que acaben con las listas de desempleo.

Las pedanías altas y las costeras no se quedan atrás. Zarcilla de Ramos, La Paca, Coy, Doña Inés… ven en las aromáticas un resurgir de la economía con dos líneas de actuación. Por un lado, lo que supone producir aceites esenciales, pero también los aportes económicos que pueden llegar de un turismo creciente que busca escenarios primaverales de los que disfrutar con todos los sentidos.

El litoral lorquino crece en interés, como lo hacen la Sinagoga y el barrio judío y monumentos que han logrado levantarse con esfuerzo para recuperar zonas que aparentemente estaban condenadas a la degradación. El mayor de los ejemplos es la ermita de la Virgen de los Remedios y San Lázaro. Se ha recuperado el templo, pero también todo el entorno que, ahora, será no solo visitable, sino también aprovechado por todos.

Hay asignaturas pendientes, la principal, el casco antiguo, aunque también para él parece que la solución está cada vez más cerca. Pero estos días es tiempo de Feria, de Fiesta, de disfrute… de olvidar los últimos años. De echarse a la calle, de reír, de abrazarse, de compartir una cerveza bien fría con los amigos, de gritar a los cuatro vientos que Lorca está cambiando y que lo hace a pasos agigantados, dejando de ser un pueblo para convertirse en una ciudad cosmopolita, universitaria, industrial, monumental y con un casco histórico único que proyectarán de forma conjunta los que viven en él, pero también los que apostarán por trasladarse a este emblemático lugar donde no solo se trabajar, sino vivir.