La capilla del Rosario era un hervidero de blancos desde primeras horas de la noche de este lunes. Ante el altar mayor de la sede religiosa del Muy Ilustre Cabildo de Nuestra Señora la Virgen de la Amargura en la Real y Muy Ilustre Orden Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario, Paso Blanco, se mostraba el trono barroco de la Virgen de la Amargura con los misterios del Rosario en marfil. El templo era un ir y venir de blancos que se acercaban hasta el retablo de su titular para rezar a los pies de su Virgen antes de iniciar el periplo de ensayo por el casco antiguo.

A la hora marcada, las nueve de la noche, el capataz del trono, Francisco Javier García Zafra, hacía sonar la llamada que alertaba a los costaleros de que debían ir situándose en el lugar que ocupan en los varales. La campana con la que hacía los llamamientos y daba las órdenes aún no estaba situada en el trono, que aún no mostraba las cabezas de varal que serán colocadas en los próximos días.

La Agrupación Musical Nuestra Señora la Virgen de la Amargura cerraba el cortejo preparatorio de la procesión conmemorativa del aniversario de la coronación canónica de la titular del Paso Blanco. Pilar Wals

Unos minutos después, un tambor de la Agrupación Musical Nuestra Señora la Virgen de la Amargura marcaba el ritmo a los costaleros que meciendo el trono se dirigían a la puerta de la capilla del Rosario. Allí, en el umbral, los varales abandonaban sus hombros para dejarse caer sobre sus brazos y muy lentamente salir a la calle. La expectación era máxima. Decenas de blancos aguardaban la salida del trono que con precisión encaminó su recorrido por la calle Lope Gisbert. Durante el trayecto se incorporaban más mayordomos blancos que por momentos llegaron a contabilizarse por cientos. Poco antes de la salida el coordinador de la Comisión y jefe de Procesión y Mayordomos, Pedro Segura Martínez, afirmaba en declaraciones a LA OPINIÓN que “hoy, primer ensayo. Vuelven las mariposillas al estómago, otra vez”. Apuntaba que el recorrido iba a ser el mismo que “la procesión del lunes. Se van a ir tomando tiempos y ver la situación en la Plaza de España. Es un ensayo completo, hoy y el miércoles”.

Segura Martínez reconocía que “es la primera vez que la Virgen de la Amargura va a procesionar en su trono por el casco antiguo, aunque hace veinticinco años ya lo hizo, con motivo de su coronación canónica. Rememoramos esa fecha. En aquel entonces, fue portada en el trono de plata de la Santa Mujer Verónica. Y en el traslado, tras el terremoto, lo hizo en el trono de la Virgen de las Huertas”.

Pasada la Glorieta de San Vicente se hacía el primer alto en el camino para que los costaleros abandonasen por unos instantes los varales. Cada movimiento era supervisado por el presidente del Paso Blanco, Ramón Mateos Padilla, que aseguraba que “estamos muy emocionados, contentos y con mucha ilusión por la efeméride que vamos a celebrar el próximo lunes. Hace veinticinco años que nuestra Virgen fue coronada canónicamente. Es un hecho importantísimo, porque como he repetido muchas veces, de las más de 80 advocaciones de cofradías bajo la Virgen de la Amargura, solo cuatro están coronadas”.

Detallaba que de las coronadas canónicamente “la primera es la de Sevilla y la segunda la del Paso Blanco de Lorca. Es un hecho importantísimo. Vamos a rememorar esa efeméride tan importante para el Paso Blanco, para Lorca”. Y apuntaba que la noche estaba repleta de momentos nunca antes vividos. “Es la primera vez que se realiza un ensayo en estas fechas, es la primera vez que este trono recorrerá el casco antiguo… y primera vez que lo hace con sus costaleros en fechas fuera de la Semana Santa. La respuesta de los costaleros ha sido impresionante. Están todos. No ha fallado nadie y es increíble el importante número de blancos que han acudido al ensayo. Al final esto mueve Lorca. Está siendo una noche repleta de emociones y sentimientos que nos recuerdan aquellos días de hace veinticinco años”.

El presidente del Paso Blanco, Ramón Mateos Padilla, y la presidenta del Coro de Damas de la Virgen de la Amargura, María Jesús Pérez Periago, ante el trono de la Amargura en el momento en que se encaminaba hacia la calle Álamo, este lunes. Pilar Wals

El ensayo continuaba hasta llegar a la Plaza de Concepción Sandoval. En ese punto el trono encaminaba sus pasos por la calle Álamo hasta la Plaza de España. La iluminación tenue ensalzaba la grandeza del trono sevillano de los hermanos Caballero González, que portaban a hombros 133 costaleros. De los 1.500 kilos de la pieza destacaba especialmente anoche la canastilla con detalles en su talla de gran interés y belleza, pero también las quince cartelas talladas y caladas con óvalos en sus centros donde van colocados los altorelieves realizados en marfil, en alusión a los quince Misterios del Rosario, del escultor Mariano Sánchez del Pino.

La presidenta del Coro de Damas de la Virgen de la Amargura, María Jesús Pérez Periago, mostraba su alegría y emoción. “Es la primera vez –aunque sea un ensayo- que saco el trono de la Virgen de la Amargura. Estos días están siendo de mucho trabajo, pero lo estamos viviendo con mucha ilusión. Son unas fechas muy poco habituales para ensayar, para procesionar… están siendo momentos únicos que estamos viviendo con mucha emoción. Hay un ambiente maravilloso esta noche. Es increíble la respuesta de todo el mundo. Es la primera vez que este trono va a recorrer el casco antiguo. La próxima vez lo hará llevando a nuestra Virgen de la Amargura en un momento único para rememorar aquel acontecimiento de hace veinticinco años”.

Al filo de la madrugada el trono de la Virgen de la Amargura regresaba a la Capilla del Rosario, después de su periplo por la Plaza de España. Los más de un centenar de costaleros se felicitaban por el ensayo, preámbulo de la procesión del próximo lunes.