Andrea no podía creer lo que veía cuando, en la mañana de este martes, recibía una llamada alertándola de que uno de sus 104 burros se había escapado del recinto donde conviven. Tras conseguir que el animal entrara, y comprobar que no había ninguna puerta abierta ni agujero en la valla por donde salir, decidieron hacer un recuento de la tropa. Uno, dos, tres… Era imposible, ahora había 105.

Así fue cómo la fundadora de Andrea's Animal Rescue & The Henrietta Foundation, Andrea Howe-Landers, se daba cuenta de que ahora tenía una boca más que alimentar. Un abandono había llevado al pequeño −aún sin nombre- hasta las puertas de sus establos.

Howe-Landers está encantada con esta nueva adición a la familia, y al hablar con LA OPINIÓN presumía sobre la personalidad tan amigable del animal, pero también hay malas noticias: este burro no está castrado, a diferencia de los que Andrea ya rescató anteriormente, y no tiene espacio suficiente en su terreno de La Paca como para poder cuidarlo individualmente y que no intente inseminar a las hembras.

Andrea Howe-Landers y la edil de Izquierda Unida-Verdes, Gloria Martín, junto a algunos ejemplares de la reserva. Pilar Wals

Tampoco puede llevarlo a un establo que no sea el suyo, puesto que para ello necesita una autorización que puede tardar hasta dos semanas, cuando se cumpla el plazo para que se declare que el dueño original del burro no tiene intención de volver a aparecer. Por ello, esta británica que dedica su vida al cuidado de animales en Lorca desde 2008 busca con urgencia una familia con capacidad para acoger a este ‘caso’ especial. El abandono de animales es este verano una problemática más en nuestro municipio, dejando a un gran número de ellos en la calle. No todos corren la misma suerte que este burro.