El día parece eterno en la zona más septentrional de Europa, donde se abrazan el Mar del Norte y el Océano Ártico. La noche emerge lentamente mientras el sol se baña flotando entre las olas y cubriendo el horizonte de amarillos, naranjas, rojos… azules. Apoyado en la barandilla del balcón del camarote de su crucero el presidente de la Federación San Clemente, Luis Antonio Torres del Alcázar, contempla por enésima vez este instante que no por repetirse cada día deja de sorprenderle.

Esta ‘luz eterna’ es como la antorcha que suele ubicarse dentro de las sinagogas. Su llama no se apaga nunca, simbolizando la lámpara occidental que estaba ubicada dentro del Templo de Jerusalén, la eternidad de Dios y de la fe del pueblo judío. “Hemos vivido una especie de ‘luz eterna’ estos días. El sol bajaba y se escondía en el mar, pero al momento, volvía a aparecer, volvía a amanecer. En algunos instantes parecía que disfrutábamos de dos soles”, afirmaba Torres del Alcázar.

Mientras relataba su último viaje, por la zona más al norte de Europa, anuncian la puerta de embarque para Venecia. Este año no disfrutará de un crucero, sino de dos. En los minutos que restan para iniciar su viaje, en Amsterdam, recuerda los últimos días. “Hemos recorrido el norte de Europa en crucero. Ha sido impresionante estar doce días en el Círculo Polar Ártico a cuatro grados”. Es el viaje familiar que cada año realiza junto a su madre Soledad del Alcázar, camarera del Patrón de Lorca, San Clemente; y su hermano David Torres del Alcázar, director del Museo Medieval CiuFront, emplazado en la antigua iglesia de Santa María la Mayor.

Ahora son tres, pero hasta no hace mucho los que emprendían estas ‘rutas inolvidables’ eran cuatro. El cabeza de familia les dejaba hace algunos años no sin antes hacerles prometer que al menos una vez al año mantendrían estas ‘aventuras’ que les han llevado prácticamente por todos los rincones del planeta. “Hemos pasado frío, pero es ese frío agradable de verano que los que somos del sur apreciamos”, contaba mientras señalaba que algunos de los días incluso han podido disfrutar de la caída de agua nieve.

Al paso por el Polo Norte realizaban los habituales rituales y en su maleta guarda celosamente la acreditación de haber llegado a ese lugar. Han recorrido Noruega haciendo un alto en ciudades como Oslo, la capital. “El Museo Much nos dejaba sin habla. Edvard Munch es el autor del famoso ‘El Grito. A pesar de ser un museo muy pequeño, es impresionante. Oslo me ha parecido una ciudad espectacular, muy moderna”. También recorrían el Centro Nobel de la Paz, cerca del Ayuntamiento de Oslo, en el centro de la ciudad.

Estos viajes familiares, reconocía, también son una fuente de inspiración para sus proyectos. Están en plena musealización de la antigua iglesia de Santa María la Mayor, por lo que están muy atentos a cualquier novedad que puedan recrear en su museo. “El Centro de Interpretación del Polo Norte fue muy interesante, con algunos detalles a tener en cuenta”, explicaba Torres del Alcázar.

Es un enamorado de los cruceros, aunque reconoce que no hace tanto tiempo su opinión era muy diferente. “Era un anticruceros y ahora no me bajo del barco”, reía. Después de 37 recorridos en crucero es todo un ‘máster’ en este tipo de experiencias que no duda en compartir con el pasaje. “Hay muchos detalles que la gente desconoce y cuando saben que llevamos tantos años viajando nos preguntan por destinos, barcos…”. Habitualmente, viajan siempre con la misma compañía que incluso les invitaba a conocer un nuevo barco que fue botado en Miami. “Cuando llegó a Barcelona nos llamaron y nos invitaron a navegar por el Mediterráneo unos días”.

Las Islas Griegas, Estambul, Petra, Noruega, el Caribe, San Petersburgo, Nueva York… son algunos de los destinos que han recorrido, siempre, en barco. “Nos falta Sudamérica, India, el Lejano Oriente y Japón, Nueva Zelanda y Australia. Pero todo se andará”, contaba. Entre los recorridos que le parecieron impresionantes está la navegación por el canal de Suez. La frontera entre los continentes de África y Asia fue uno de esos momentos “increíbles”, expresaba.

Aunque tiene claro que el que más le apasiona es el que transcurre por el Mediterráneo. “Barcelona, Roma, Palermo… Cada puerto, cada ciudad, es espectacular. Y la comida, la luz, el color del mar… Todo es distinto en el Mediterráneo”. De Amsterdam viajaban a Venecia y desde allí se embarcaban en un crucero por las Islas Griegas que estos días les lleva por Mykonos, Santorini y Creta. “Damos un giro de 180 grados dejando la ropa de invierno para relajarnos al sol”.

Este ‘máster’ de los cruceros advertía de los errores habituales de los que se suman a esta forma de viajar. “Llegan al puerto de una ciudad y quieren conocerlo todo en un día. Las prisas son malas consejeras, por lo que nosotros recomendamos preparar previamente el viaje. Le echamos muchas horas, examinando las distintas opciones. Habitualmente, acudimos a uno o dos lugares que recorremos con tranquilidad y al detalle. Y, por la tarde, vuelta al barco y a tumbarse en una hamaca para descansar”.

Detalles como que incluyas en el viaje el lavado de ropa también evita tener que llevar mucho equipaje. “En nuestro caso, este año, era primordial. No podíamos llevar dos maletas para la ropa de invierno y la de verano. Llevamos lo preciso”. Y repiten rutas para volver a lugares que quedaron pendientes. “Este de las Islas Griegas lo repetimos porque nos pareció una auténtica pasada”. Irán a Itaca en busca de Ulises y Telémaco. “Vamos a disfrutar de la leyenda de la guerra de Troya. Visitaremos Itaca la patria de Ulises. Viajaremos en busca del mito”, aseveraba.

La parte final de este año será compleja y apasionante al frente de la Federación San Clemente. El principal reto, la musealización de la antigua iglesia de Santa María que acoge el CiuFront, pero también las fiestas del Patrón, San Clemente, que se diseñan estos días. “Viajar y conocer otros países, otras culturas, te permite aprender, pero también captar errores para no repetirlos. Procuramos recorrer museos para conocer cuáles son las últimas tendencias, para saber lo que puede ser más interesante a la hora de contar el capítulo de la historia de Lorca que queremos relatar en el CiuFront”, admitía.

La maleta vuelve -más que llena de souvenirs- de ideas, folletos, panfletos, entradas… de lugares dispares, reconocía. Y antes de concluir animaba a todos a “hacer al menos un crucero”, aunque advertía que “crean adicción”. A la pregunta de cuál le gustaría que fuera su próximo destino, era muy claro: “El Lejano Oriente. Me gustaría sumergirme por ese misterioso y fascinante destino. Recorrer Pekín, Shanghai, Hong-kong, Delhi o Bangkok. Pero también la magia de la India me atrae mucho. El Rajastan, Calcuta, el sagrado río Ganges… Esto es un no acabar”, enumeraba entre risas mientras se escuchaba por los altavoces una última llamada para los pasajeros en dirección a Venecia. “Adiós, que pierdo el avión”, concluía.