Un solar de la calle Martín Piñero esquina con General Eytier, en el casco antiguo de Lorca, era el último en sumarse a los recientes requerimientos de Urbanismo para sustituir los cerramientos de chapa por vallas de ladrillo y cemento. De esta forma, es casi imposible adentrarse en su interior, porque entre los consejos que reciben sus propietarios está eliminar incluso los accesos a través de una puerta.

A esta situación se llegaba después de los robos producidos en algunos solares en que desaparecían tramos de chapa, como ocurría con la valla del solar del futuro Palacio de Justicia. Allí, los ladrones se llevaban varios lienzos de valla metálica de la zona de la calle Paradores, frente al nuevo edificio del Archivo Histórico Municipal.

En el lugar, únicamente dejaban las guías a las que estaban adosadas con tornillos las chapas onduladas. Pero en la zona también se producía en aquellas fechas el robo de una puerta de un solar de Fernando el Santo que también fue vallado con ladrillos y cemento. No habían pasado ni unas horas después de ser repuesta la puerta, cuando volvió a ser robada, destrozando a golpes el marco de la puerta que, como ella, también era de metal.

Finalmente, los propietarios recibían en el encargo de no sustituir la puerta por otra nueva, sino cegarla con ladrillos para evitar nuevos robos, pero también incursiones al interior del solar donde los bomberos se veían obligados a extinguir un pequeño incendio meses atrás.

El edil de Urbanismo, José Luis Ruiz Guillén, afirmaba en declaraciones a LA OPINIÓN que “continuamos con la sustitución de los cerramientos de los solares vacíos. Se están vallando con ladrillo y cemento y finalmente se les da un tratamiento con yeso para proceder a su pintado”. Entre los últimos que aplicaban la nueva normativa estaba el de Fernando el Santo esquina con Zorrilla, pero también en la calle Martín Piñero, a espaldas del Ayuntamiento, se cerraba el solar donde hace años se planteó la posibilidad de ampliar la Casa Consistorial.

En esta calle, algunas casas que habían sido ‘okupadas’, sus dueños procedían al cerramiento de puertas y ventanas con ladrillo para evitar nuevas incursiones. En este lugar, también se producía un incendio en una de esas viviendas en ruina, por lo que era el propio Urbanismo quien aconsejaba cegar las posibles entradas. “A esa determinación se llegó para evitar que se adentraran en su interior, ya que se produjo un incendio por los enseres y basuras acumuladas”, expresaba entonces el edil de Urbanismo.

La intención, destacaba, es que el resto de solares que se muestran vallados con chapas metálicas sustituyan sus cerramientos por ladrillo y cemento, lo que confiere a la ciudad una imagen más homogénea y cuidada.

Dentro de ese ‘plan’ de adecentamiento también estaría incluida la renovación de telas efectuada en el andamio de la calle Selgas, en el solar donde se pretende construir el futuro Palacio de Justicia. Días pasados se recolocaban las telas que se habían caído por efecto del tiempo y del viento. Y algunos tramos muy dañados eran sustituidos por otros, para evitar la caída a la vía pública de telas que se habían desgarrado.