Franceses, ingleses, belgas… han vuelto a tomar las calles de la vieja ciudad de Lorca para conocer su patrimonio. Las cifras anteriores a la pandemia se recuperan a marchas forzadas: nuevos espacios se suman, como la antigua iglesia de Santa María que acoge el CiuFront y, en breve, lo hará la antigua ermita de Nuestra Señora de los Remedios y San Lázaro, mientras la Sinagoga del Castillo aumentaba el pasado mes hasta un 40% el número de visitantes atraídos por conocer «el único templo de esas características no destinado a otro culto», como dice el vicealcalde y concejal de Turismo, Francisco Morales.

Estamos en el ecuador de las vacaciones. ¿Qué cifras nos puede aportar?

Las estadísticas son muy positivas. Hemos recuperado cifras de 2019 de ocupación de alojamientos en la primera quincena de julio, antes de la pandemia. Y las expectativas son de superarlas ampliamente en la totalidad del verano. Hoteles, hostales, albergues y alojamientos rurales, muestran un muy buen comportamiento.

¿Quiénes visitan Lorca?

Los turistas que más nos han visitado son de origen nacional, madrileños, alicantinos y almerienses, acuden con asiduidad a nuestro municipio. Pero también lo hacen visitantes de fuera de nuestras fronteras. Belgas, ingleses y franceses, han vuelto a recorrer nuestras calles y monumentos. Los visitantes de la Región, por su cercanía, nos eligen como destino mayoritariamente de fin de semana. Vienen de Murcia, Molina de Segura y distintos enclaves del municipio.

¿Lorquinos visitan Lorca?

Sí. Y las cifras crecen por momentos. La ciudad sufría una profunda transformación tras el terremoto de 2011. Prácticamente la totalidad de los monumentos fueron rehabilitados sumándose nuevos hallazgos por los que los lorquinos muestran un gran interés. Las jornadas de puertas abiertas y los nuevos productos como la apertura de la torre campanario de San Patricio atrajeron, sobre todo, a muchos lorquinos. Para nosotros es fundamental que el ciudadano de aquí conozca su patrimonio, porque así podrá darlo a conocer a otros.

De los últimos datos, ¿hay alguno que destaque?

La Sinagoga del Castillo nos aportaba en julio cifras tan sorprendentes como un aumento en cuanto al número de visitantes de un 40 por ciento. En 2019 en esas mismas fechas la visitaban 542 personas y este julio lo han hecho 758. No me cansaré de repetir que es el único templo de esas características no destinado a otro culto, lo que le confiere un valor excepcional.

«Hemos recuperado en la primera quincena de julio los datos de 2019 de ocupación de alojamientos»

La legislatura ha estado marcada por la pandemia y por unos presupuestos prorrogados.

No hemos tenido presupuesto. Ha sido muy complicado trabajar turísticamente con una partida de cien mil euros. El presupuesto era tan escaso que nunca ha existido una promoción turística de Lorca adecuada. A pesar de ello, el Ayuntamiento está apostando como nunca antes por el fomento del turismo en el municipio. Había gente que desconocía que Lorca tenía playa o que tenemos la única Sinagoga no destinada a otro culto y más importante del entorno europeo. Que vienen comunidades de Sudamérica a visitarla y a apreciarla.

La Sinagoga y las ‘playas vírgenes’ se han convertido en una de las principales ‘coletillas’ de sus intervenciones…

Sí. Lo he repetido hasta la saciedad y voy a seguir haciéndolo. Quiero que el lorquino lo sepa, se sienta orgulloso y lo difunda. Las noches del Castillo son para los turistas, pero principalmente para los lorquinos, como los monumentos, museos… Son experiencias que hay que disfrutar en familia. Esa comunicación faltaba y la hemos potenciado en momentos en que los únicos que nos podían visitar eran los más inmediatos.

La falta de dinero, ¿ha agudizado el ingenio?

La comunicación implica inversión. Y si no tienes la partida adecuada, no puedes hacer una comunicación acorde. Hemos trabajado en generar sinergias con otras comunidades. Recientemente, llevamos a cabo 48 horas de trabajo con la ciudad de Vías en Francia. Su hermanamiento nos reportará un intercambio de visitantes. Estamos planificando no solo los próximos meses, sino el año que viene que va a ser fundamental porque será el de la recuperación.

La Semana Santa, ¿fue un punto de inflexión tras la pandemia?

El número de visitantes se incrementó un 15%. Por primera vez, en las tribunas no quedaba una localidad libre. Estamos satisfechos, pero vamos a seguir trabajando en la desestacionalización de la Semana Santa.

Aspira a incrementar el número de visitantes, pero faltan plazas hoteleras.

Es crucial. Hemos tenido contactos con inversores con pretensiones de abrir pequeños hoteles boutique en el casco antiguo. Pero estas inversiones llegarán con una apuesta decidida por parte de las distintas administraciones por recuperar el conjunto histórico. La inversión será una realidad cuando se vea que es interesante. El Plan director del casco antiguo es lo que puede revitalizar la hostelería y el comercio de la vieja ciudad, pero ahí deben estar todas las administraciones, Europa, Gobierno de la Nación, Comunidad Autónoma y Ayuntamiento.

Fueron los primeros en captar fondos Next Generation.

Y lo hicimos con proyectos de nuestros propios técnicos. Captamos 2,7 millones, que se van a destinarán al entorno del Castillo, que no se ha renovado desde el Consorcio ‘Lorca, Taller del tiempo’.