En la calle Ferrer, en el Cabezo Calvario Viejo del barrio de San Cristóbal, un muro de grandes bloques intenta sostener la ladera. Lo hace con la ayuda de media docena de puntales colocados estratégicamente. Unos plásticos evitan que el agua se filtre en la tierra y haga más presión sobre la pared. Debajo, un conjunto de viviendas cuyos vecinos se muestran preocupados por la situación que se agravó con las lluvias de finales de invierno, pero también con las últimas precipitaciones, de carácter torrencial, esta misma semana.

No es el único ‘punto negro’ de los cabezos del barrio de San Cristóbal. A pocos metros, en la calle Ibáñez, otro muro hace equilibrios. «La zona está acordonada por el grave riesgo de que se derrumbe», afirmaba este viernes el concejal de Urbanismo, José Luis Ruiz Guillén. Junto a él, el portavoz de Izquierda Unida-Verdes, Pedro Sosa, que alertaba del «vencimiento que muestra la pared que puede caer de un momento a otro sobre los garajes de la calle que se sitúa debajo».

Los ediles supervisaban algunas de las obras de emergencia que se pretenden acometer antes de finales de año para «evitar deslizamientos de la ladera, desprendimientos de rocas y filtraciones de agua» en los cabezos de los Barrios Altos y de San Cristóbal. Las obras de emergencia y consolidación cuentan con un montante de 300.000 euros que se harán efectivos tras el Pleno del próximo lunes en que se aprobará la modificación del Presupuesto Municipal, argumentaban.

Equipos técnicos de Urbanismo y del Centro de Desarrollo Local detectarán las zonas que requieren de una actuación inmediata para evitar que la ladera se desmorone y continúen los desprendimientos de rocas. Será la primera fase de un plan que pretende la renovación integral de toda la zona de los cabezos de San Cristóbal, pero también de San Pedro, Santa María, El Calvario y San Juan. «Las viviendas de estas zonas están pegadas unas a otras y muchas cuentan con dependencias que fueron de antiguas casas cueva. La construcción es deficiente, por lo que habrá que acometer un plan que lo abarque todo», destacaba Pedro Sosa.

La intención es lograr el embellecimiento de las zonas altas de la ciudad y de San Cristóbal como ya ocurrió en ciudades como Granada. «El Albaicín era una zona deprimida que ha logrado convertirse en un atractivo turístico», reseñaba el portavoz de IU-V.

La actuación será integral, recalcaba José Luis Ruiz, mientras recorrían la parte alta de la calle Abril donde se encontraban un patio trasero de una vivienda repleto de basuras.

«Hay que acabar con este tipo de situaciones que se repiten constantemente», alertaba Sosa. Y Ruiz Guillén destacaba las dificultades para proceder a su limpieza. «Tienen que entrar operarios ayudados por cuerdas para descolgarse y limpiar toda la basura que se acumula».

La actuación en estas zonas incluirá el adecentamiento de fachadas y un embellecimiento generalizado. Será la primera actuación conjunta de PSOE e Izquierda Unida-Verdes después del acuerdo rubricado hace solo unos días que permitirá la modificación del Presupuesto Municipal y su aprobación. Las cuentas estaban prorrogadas desde 2019.