La venta “El Porvenir”, con casi un siglo de historia a sus espaldas, baja la persiana después de 87 años de servicio, no solo a la pedanía de La Hoya donde se encuentra ubicada, sino también a la comarca de Lorca y a la Región de Murcia, fundamentalmente.

 A lo largo de todo este tiempo, ¿quién no ha pasado por sus instalaciones situadas junto a la Carretera Nacional 340, frente a San Julián, para saborear alguno de sus famosos productos cárnicos, disfrutar de una tapa netamente casera o degustar el pan que lleva su nombre?.

Los tiempos cambian, las exigencias del mercado también y las circunstancias por la que atraviesa en estos momentos el pequeño comercio en general y el familiar, en particular, como es este caso, hacen entre otras cosas, que a veces haya que tomar decisiones que duelen, pero que no hay más remedio que adoptar.

  A través de los años transcurridos, lo más importante a destacar en esta pequeña empresa familiar, ha sido el factor humano, reconocido siempre por el trato directo y amable que cada cliente ha recibido cada vez que visitaba el establecimiento.

Clientes de la venta “El Porvenir”, han sido entre otros muchos conocidos popularmente, el que fuera presidente del Gobierno de España, Leopoldo Calvo Sotelo y familia, el diplomático José María Sanz Pastor Mellado, ex gobernador civil de Cádiz y embajador de España en Tanzania, Ruanda, Burundi e Irlanda, dueño de la finca San Julián, situada frente a la citada venta, así como la folklórica Lola Flores, Carlos Segarra, del grupo “Los Rebeldes” o Javier Calvo de “Los Javi”.

 Después de 87 años de vida al servicio de los demás, el establecimiento comercial, bajó la persiana el pasado 3 de junio. Durante casi 9 décadas en el candelero público, se han registrado muchas anécdotas. Cuentan los actuales propietarios que allá por la década de los años 80 del siglo XX, una familia de belgas, que frecuentaba el local en su camino hacia la localidad almeriense de Mojácar, dejó olvidado un bolso que contenía millón y medio de pesetas (9.000 euros en la actualidad), junto a diversas joyas. Cuando volvieron en busca del objeto perdido, lo encontraron a buen recaudo, circunstancia que agradecieron enormemente a lo largo de los años posteriores. Otro hecho similar ocurrió con otra familia que dejó olvidado sobre la mesa en la que habían comido, otro bolso de mano con 500.000 pesetas en su interior (3.000 euros), que también fueron devueltos a  sus propietarios. Sin embargo, lo más espectacular, quizás, fue la ocasión en la que al recoger la mesa en la que había comido una familia, se encontraron, introducida en una funda, una pistola. Su propietario, un agente de policía, volvió inmediatamente en busca del arma extraviada, manifestando a los propietarios del local lo que hubiera supuesto para su futuro profesional haberla perdido.

Son gestos, en definitiva, que dan a entender la profesionalidad y buen hacer de quienes a lo largo de tantos años han estado al frente del establecimiento comercial. Dentro de la parte negativa, que también la hay, según los actuales regentes, figura algún que otro cliente que se ha marchado sin pagar la cuenta. En una ocasión sobre la factura del gasto dejaron una peseta y en otra, unas palabras escritas a bolígrafo en las que expresaban que tenían hambre y no podían hacer frente a la cuenta.

  Han sido cuatro las generaciones que han estado al frente de la Venta “El Porvenir”. Son las de Gregorio López Hernández; Antonio López Ruiz y Micaela León Hernández; Isabel y Marisol López León, junto a Andrés Ruiz Jerez y la encabezada por Keli Ruiz López.

La venta “El Porvenir” comenzó siendo una pequeña taberna en el año 1935, regentada entonces por Gregorio López Hernández. Era lugar de encuentro y de copas para los entonces propietarios de carros que por la Carretera Nacional 340 circulaban en ambas direcciones. En el año 1944 se amplió el negocio y la pequeña taberna se convirtió en un bar al que se sumó después una tienda de ultramarinos. En 1955 el negocio pasó a estar regentado por Antonio López Ruiz y Micaela León Hernández. Posteriormente se incorporó una industria cárnica al frente de la cual estuvo, hasta su fallecimiento, Andrés Ruiz Jerez, junto a Isabel y Marisol López León. En el año 1965, Micaela León Hernández comenzó con otra actividad que consistía en amasar pan en horno de leña que posteriormente ponía a la venta. De ahí, en el año 1980 se pusieron en marcha dos nuevas panaderías con el nombre de “El Porvenir” que aún siguen con su tarea y con el nombre de una venta que seguirá en el recuerdo de todos durante muchas décadas más.