El municipio podría contar con una planta de biomasa y compostaje para aprovechar los cientos de toneladas de restos agrícolas y podas de particulares que se producen cada año. “Los ciudadanos podrían depositar en ellas estos residuos, que recibirían un tratamiento adecuado y servirían como abono y biomasa para pellets. Se trata de una experiencia pionera que constituiría un notable avance en materia medioambiental y evitaría quemas”, afirmaba el presidente del Partido Popular, Fulgencio Gil Jódar.

Recordaba que las multas establecidas por el Gobierno de España en la nueva Ley 7/2022, de 8 de abril, a quienes realicen quemas agrícolas se van a incrementar. “La mínima será de 100.000 euros y la máxima de 3,5 millones”.

El planteamiento de los populares no solo valorizaría los restos agrícolas y de podas realizados por particulares, sino que el principal objetivo es contribuir a la “sostenibilidad medioambiental”, indicaba Gil Jódar. Para ello, proponían que el Ayuntamiento “emprenda la redacción del proyecto constructivo que sirva de base para iniciar la búsqueda de la financiación que esta iniciativa requiere, aprovechando la existencia de Fondos Europeos”.

Y recordaba que “si bien en las explotaciones de carácter comercial se puede amortizar la maquinaria para el triturado de las podas, en las pequeñas huertas de carácter familiar destinadas al autoconsumo no se pueden permitir el lujo de acometer estas inversiones, y se encuentran en la encrucijada que, en algunas ocasiones les puede costar más el dinero para la retirada de las podas, que el beneficio que pueden obtener de los huertos”.

También solicitaba “de forma urgente” una campaña de información de la nueva Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular, incidiendo en el capítulo de las millonarias sanciones por la quema de podas.

Por último, recordaba que “era frecuente en las casas de la huerta la quema de los restos de podas, matorrales y otros residuos vegetales no peligrosos, con lo que obtenían cenizas que posteriormente se utilizaban como abono o para la prevención de plagas en las huertas, algo que actualmente acarrearía fortísimas multas”.