Lorca 2023-2033’ se presentaba este viernes en un peculiar enclave, las vías del ferrocarril a su paso por la ciudad. El paso a nivel de la Alameda de la Constitución, plagado de vegetación, servía de escenario al presidente del Partido Popular, Fulgencio Gil Jódar, para escenificar una especie de arranque de la campaña electoral.

Los propósitos que pondrán en marcha cuando accedan al Gobierno municipal, dentro de un año -como aseguraba- eran enumerados al detalle por el líder de la oposición que apuntaba que el Plan de reactivación económica y revitalización social ‘Lorca 2023-2033’ pretende evitar que Lorca se convierta en una “ciudad dormitorio”.

“Es la hoja de ruta a seguir a partir de las elecciones que se celebrarán justo dentro de un año, que incluye bajar los impuestos aprovechando los 13 millones de ahorro del Ayuntamiento, patrullas policiales a pie de calle con 34 agentes más y 150 cámaras de vigilancia, agenda semanal de ocio y cultura e incremento de la limpieza en todo el municipio”, anunciaba Gil Jódar.

Y señalaba tajante que “tras tres años de legislatura en el Ayuntamiento, el modelo socialista ha demostrado su fracaso y agotamiento. Han desperdiciado las oportunidades que podían generarse con los más de 70 millones de euros en inversiones que les dejamos en cartera. Lorca pide un cambio”.

Anunciaba que la legislatura “está agotada y acabada”, mientras subrayaba que “dentro justo de un año Lorca cerrará el paréntesis político que atraviesa el Ayuntamiento, con un Gobierno de perdedores que ha sido una carga para el futuro del municipio desde el primer momento”.

Entre los objetivos que planteaba están la bajada de impuestos, especialmente el IBI, además del sello del coche, agua y basura. Incremento de la seguridad, “incorporando 32 agentes y 150 cámaras de seguridad, con más policía a pie de calle”. Más limpieza en barrios y pedanías. Y “vigilancia estricta del cumplimiento de la Ley para evitar que Lorca quede relegada a ser una ‘ciudad dormitorio’. Hay que evitar la creación de guetos con todas las medidas, recursos y herramientas de las que dispone el Ayuntamiento, vigilando los usos indebidos de empadronamientos domiciliarios”, añadía Gil Jódar.

Entre las ‘asignaturas pendientes’ del actual equipo de Gobierno enumeraba la Plaza de Toros, el Centro de Salud de San Cristóbal, el casco histórico, el Palacio de Guevara, El Molino del Escarambrujo y el ferrocarril. “Ni Ave, ni soterramiento. Ni siquiera tenemos tren de cercanías y las vías convertidas en un estercolero”. Por último, recordaba que el Palacio de Justicia “arrastra tres años sin que comiencen los trabajos después de gastar 551.000 euros”.