Las obras del Tramo III de la Ronda Central se iniciaban este viernes en la Rambla de Tiata junto al histórico Puente de la Torta. Se trata del último tramo de la Ronda Central de Evacuación que unirá el puente nuevo que se construyó para salvar el cauce del río Guadalentín, a la altura del Monasterio de Santa Ana y Santa Magdalena de Clarisas, y el Puente de Vallecas. Aún quedaría otro tramo, el que arranca este vial en Apolonia, y cuyos trabajos de construcción se llevarán a cabo al unísono, como anunciaba el consejero de Fomento e Infraestructuras del Gobierno regional, José Ramón Díez de Revenga, a preguntas de LA OPINIÓN.

La futuro Ronda Central permitirá un nuevo eje de comunicación que contribuirá a vertebrar la ciudad, agilizar el tráfico y crear más espacios verdes. El nuevo trazado está dotado con 9,1 millones de euros, de los que el Gobierno regional aporta 7,7 millones, que supone el 85 por ciento del total de la actuación, que ejecuta el Ayuntamiento.

Díez de Revenga supervisaba este viernes el inicio de los trabajos en compañía del alcalde, Diego José Mateos. Ambos declaraban que se trata de una actuación “prioritaria” para la ciudad. “La Ronda Central es una obra emblemática porque cambia la fisonomía de Lorca, descongestionará el tráfico e impulsa el crecimiento y el desarrollo de la ciudad, y pone de relieve una infraestructura histórica que es el Puente de la Torta”, señalaba el consejero.

Una excavadora preparaba el terreno en la Rambla de Tiata para iniciar las obras junto al histórico Puente de la Torta. Pilar Wals

Su construcción completa supondrá dotar de una “gran circunvalación” a la ciudad para “dar más fluidez al tráfico desde la entrada por el este de la ciudad hasta conectar con la autovía Lorca-Águilas (RM-11), evitando así que discurran por el centro de la ciudad por las avenidas Juan Carlos I y avenida de Europa”. Y añadía que esta infraestructura supone la “mayor inversión” en Lorca, con más de 25 millones de euros, de los que la Comunidad Autónoma aporta más de 17 millones.

Mateos recordaba que se traba del “último de los grandes proyectos pendientes del Banco Europeo de Inversiones, BEI, y que estamos gestionando a través del Ayuntamiento para agilizar su ejecución y finalizar todos los procesos en tiempo y forma”. El Tramo III tiene un plazo de doce meses. “Integra en el proyecto la preservación del centenario y popular Puente de la Torta, una reivindicación vecinal que en todo momento hemos apoyado y defendido y es una realidad pues es nuestro deber como Gobierno conservar nuestro rico patrimonio arquitectónico y también sentimental”.

La acera proyectada se ensancha en el encuentro con la Alameda de Ramón y Cajal donde se sitúan actualmente los kioscos, que se mantienen, generándose un amplio espacio peatonal en el entorno del Puente de la Torta. “Y se construirá en la zona cercana al actual Puente Tocinos, que desaparece con las obras, una glorieta circular de 23 metros de diámetro interior, que dará acceso al Recinto Ferial y Auditorio, Huerto de la Rueda y Alameda Poeta Gimeno Castellar”.

Se conserva el arbolado y se amplía con 500 ejemplares. Y se renovarán todos los servicios, entre ellos, el alumbrado eléctrico y los pluviales. Los primeros trabajos permitirán el desbroce del cauce de la Rambla de Tiata para a continuación llevarse a cabo el replanteo de la obra.