“Es insoportable. No pican, pero como los hay a cientos son muy molestos. No se sabe de dónde salen, pero aparecen avanzada la mañana y, de repente, desaparecen”. El que se quejaba es Manuel García, vecino del barrio de San Cristóbal, donde desde hace varios días se registra una invasión de mosquito blanco. “Es muy pequeño, pero están por todas partes”, señalaba Cristina Jiménez que llevaba la mascarilla puesta “precisamente para evitarlos”.
El mosquito blanco “no produce picaduras, ni son perjudiciales para la salud, pero es verdad que son muy molestos. Proceden de la abundante vegetación del cauce del río Guadalentín. Las intensas lluvias de finales de invierno han provocado que crezcan toda clase de arbustos que han generado este tipo de insectos”, argumentaba el concejal de Sanidad, José Ángel Ponce, a preguntas de LA OPINIÓN. El edil apuntaba que se van “a realizar fumigaciones extraordinarias para acabar con este y otros insectos como moscas y mosquitos”.
La invasión no solo afecta al barrio de San Cristóbal, también a otras zonas inmediatas al cauce del Guadalentín a su paso por la ciudad. “Es horroroso. Vas por la calle y se te meten por la boca y la nariz”, apuntaba Carmen Rodríguez. Los vecinos afirman que la plaga se hace más intensa poco antes del mediodía y al caer la tarde vuelven a hacer acto de presencia. “Es un poco extraño. Es una especie de mosquilla pequeña, como la que suelen tener las frutas cuando está pasada, pero te crea un gran inconveniente cuando te sientes rodeado, porque resultan muy molestas al acudir en masa”, insistía Juan Soriano, también del barrio de San Cristóbal.
