El barrio de casas prefabricadas de San Fernando será desmantelado este verano. La intención, apuntaba en declaraciones a LA OPINIÓN la edil de Servicios Sociales, María Dolores Chumillas, es que “antes de agosto las familias que lo ocupan hayan realizado la mudanza a las viviendas que se han adquirido a través del plan para acabar con la infravivienda y el chabolismo cronificado”.

La mayor parte de las familias que viven en este improvisado barrio que surgió tras el terremoto de mayo de 2011 tendrán acceso a una de las viviendas del programa. “Hay un baremo que especifica la situación actual de las familias que residen en infraviviendas en el municipio. Determinará las familias que tienen prioridad a la hora de acceder a esas viviendas que se han adquirido”, argumentaba la edil.

El director general de Vivienda, José Francisco Lajara, informaba este lunes a las familias que viven en el barrio de infraviviendas de San Fernando de la compra inminente de diez casas en el municipio donde serán realojadas. Los técnicos ya han realizado las visitas para comprobar la situación de los inmuebles que serán adquriridos por parte de la Administración regional para cederlos al Ayuntamiento.

“Hemos querido transmitirles a estos vecinos que en poco tiempo podrán disfrutar de sus nuevos hogares, que reúnen todas las condiciones para ser habitados y vivir con sus familias”, afirmaba José Francisco Lajara, que estuvo acompañado por la edil de Servicios Sociales.

La adquisición de estas viviendas se enmarca en el programa europeo de erradicación del chabolismo que, cofinanciado con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) y el Fondo Social Europeo (FSE), desarrolla la Comunidad Autónoma.

La Consejería de Fomento e Infraestructura, a través de la Dirección General de Vivienda, se encarga de la compra, mientras que la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias, Política Social y Transparencia, y la ONG Habito, llevan a cabo el acompañamiento social para ayudar a las familias en el proceso de integración social.

El municipio, según la edil de Servicios Sociales, presentaba casi una treintena de solicitudes. “Nosotros hemos hecho llegar veintiocho expedientes por situación de chabolismo e infravivienda. En el caso de la mayor parte de las familias que viven en infraviviendas del barrio de San Fernando su situación está constatada, ya que se trata de un chabolismo cronificado, porque viven allí desde hace once años”.

Las viviendas, detallaba, cuentan en su mayoría con tres habitaciones y están totalmente equipadas en cuanto a mobiliario. No ha sido difícil encontrarlas. “El parque de venta de viviendas es amplio y, además, los precios han sido bastante interesantes porque bajaron un poco por la situación de pandemia. Han rondado entre los 70.000 y 90.000 euros cada una”.

Y volvía a insistir en que las pretensiones son que estas familias puedan estar viviendo en sus nuevas casas antes del próximo mes de agosto. Será entonces cuando se desmantele el improvisado barrio de San Fernando, cuyas casas prefabricadas –aportadas por Cruz Roja- sustituyeron a tiendas de campaña y chabolas a las que se trasladaron familias que se quedaron sin hogar. La mayoría no pudieron acreditar ser dueñas de los pisos de San Fernando donde residían hasta el terremoto.