La mañana se despertó lluviosa e inestable, pero el tintinear de una campana recorriendo todas las calles de Caravaca advertía a los ciudadanos que la Cruz iba en busca sus hijos más amados, los enfermos e impedidos. A la entrada a cada casa se repite el mismo grito: «La Santísima Cruz entra en esta casa». Los corazones se sobrecogen y las emociones brotan en toda la estancia.
Unos suspiran, le rezan y le dan gracias por un año más en este mundo, y otros la miran fijamente porque saben que será la última vez en el mundo terrenal que tengan al Lignum Crucis entre sus labios. En su recorrido pasó por el Asilo de las Hermanas de los Desamparados que tanto ha sufrido en los dos años de pandemia de la covid-19.
También pasó por el centro médico Virgen de la Caridad de Caravaca y el Hospital Comarcal del Noroeste, así como por la ermita de Santa Elena, parroquia de San Francisco y el convento de Santa Clara. Allí desde su clausura las esperaban las claras para adorarla y entregarle una lluvia de pétalos.
El vicario de zona y párroco de El Salvador, David Martínez, ponía de manifiesto que se trata de «uno de los signos más bonitos que tiene también todo lo que significan las fiestas en torno a la Vera Cruz». Asimismo destacó la importancia «del signo de acercarse a los enfermos y a los ancianos, algo que es precioso».
Desfile aplazado
El rayo que caía en la ciudad el pasado lunes a las cinco de la tarde marcó un antes y un después en la celebración de estas fiestas tan esperadas, donde la lluvia ha deslucido todos los actos programados para la semana grande de Caravaca. La gran parada desfile que estaba prevista para anoche tuvo que suspenderse debido a la mala previsión meteorológica.
Comisión de Festejos convocó una reunión de urgencia, donde también estuvieron presentes el alcalde, José Francisco García, y el hermano mayor de la Cofradía, Luis Melgarejo. Allí se tomó una decisión histórica y sin precedentes: finalmente el desfile se unirá a la procesión de subida y se celebrará a la vez. En la reunión, grupos, kábilas y peñas, además de mostrar unanimidad en la decisión, también se ofrecieron para compartir bandas con aquellos grupos o kábilas que por cuestiones logísticas no pudieran traerlas. El desfile partirá desde la Plaza de Paco Pim a las cinco de la tarde, y la salida de la procesión se retrasa hasta las 7, para unirse al final de cortejo en la intersección de Gran Vía con Maruja Garrido.
