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La Virgen de las Huertas vuelve a su casa arropada por decenas de lorquinos

El Rosario de la Aurora la lleva a hombros por el entorno de su santuario en su primera salida procesional desde la pandemia

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La Virgen de las Huertas vuelve a su casa arropada por decenas de lorquinos Pilar Wals

Aún no había amanecido el domingo cuando un cohete estallaba en el cielo muy cerca de la torre del Santuario Patronal. Lo hacía solo unos instantes después de que el reloj del campanario anunciara las siete de la mañana. Las ondas sonoras del ‘tan, tan, tan…’ aún no se habían silenciado cuando a las puertas del templo un grupo de músicos afinaba sus guitarras y su violín mientras una joven se colocaba las ‘postizas’ en las manos.

La cruz procesional se dejaba ver en el umbral del viejo convento de las Huertas y detrás de ella con paso suave y firme la Patrona de la Ciudad, Santa María la Real de las Huertas. A hombros la portaban los Mozos Costaleros del Convento que hacían el primer alto en el camino mientras la cuadrilla de las Torres de Cotilla tocaba y bailaba a sus pies una malagueña.

La emoción embargaba a todos en ese instante hasta el punto de que únicamente se escuchaba el sonido de los músicos y los pasos de los bailarines al arrastrar sus pies por el suelo de piedra del atrio del monasterio. Y una abuela, vecina del lugar, susurraba: «¡Qué ganas tenía de verla en la calle!». Poco después, se iniciaba el Rosario de la Aurora que dirigía el Padre Miguel Ángel Alarcón Olivares.

Atrás quedaba el atrio del convento mientras el cortejo emprendía camino hacia el Puente de la Pía. Durante el trayecto el trono hacía cortas paradas que eran aprovechadas para relevar a los portapasos. Una de las primeras se realizó en las cercanías del convento que ofrecía una preciosa imagen en la que se podía ver a la Patrona con la torre campanario de su monasterio detrás. Allí, la cuadrilla interpretaba una jota mientras más fieles se sumaban a la comitiva.

Pasado el Puente de la Pía el Rosario de la Aurora continuó hasta adentrarse en la diputación de Tiata. La Patrona procesionaba entre huertos de alcachofas, lechugas, tomates… y naranjos en flor. Despuntaba la aurora, precediendo a la salida del sol, cuando el cortejo iniciaba su regreso hacia el Santuario. Bordeaba el atrio y la Plaza del Rey Sabio para adentrarse en él, donde poco después se celebraba la primera misa de los ‘Mayos’.

En el preámbulo el Padre Miguel Ángel recordaba que se trataba de un día importante, porque era el de la «vuelta a la normalidad», que permitía que después de dos años pudieran volverse a celebrar los Rosarios de la Aurora. La celebración contaba con la amenización musical de la cuadrilla de las Torres de Cotilla que dedicaba especialmente sus cánticos a la Patrona de Lorca.

Decenas de lorquinos se situaban en torno al altar, colocado entre la fuente y las escaleras de la Plaza del Rey Sabio. Entre ellos, las ediles de Educación y Servicios Sociales, Antonia Pérez y María Dolores Chumilla, respectivamente. Junto a ellas, presidiendo la comitiva, el presidente de la Real Hermandad de Santa María la Real de las Huertas, Ignacio Arcas Cuartero. Y detrás de ellos, la que fuera presidenta de la Hermandad, Isabel Jiménez.

La Patrona lucía el manto rosa que le regaló Coros y Danzas de Lorca con motivo del 75 aniversario de su coronación canónica en 2019. Está realizado en tela de toca, como la de los refajos que luce el grupo folclórico, bordada enteramente con lanas de 36 colores. Aparece con tres cenefas de un refajo lorquino rodeando el motivo central, la corona, que, aunque es dorada, también está bordada en lana.

Las próximas semanas visitará la Alameda de la Constitución, El Quijero, Puente Alto y Santa Quiteria

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Tras la misa, la imagen volvía a ser portada a hombros camino de su Santuario. En el momento de cruzar el umbral del templo volvía a sonar en cielo un cohete que anunciaba que la Virgen de las Huertas había regresado a su casa. El próximo domingo Santa María la Real de las Huertas cruzará el Puente de la Torta para ir a la ciudad. El Rosario de la Aurora le llevará hasta la Alameda de la Constitución. El Quijero, Puente Alto y Santa Quiteria serán los escenarios de las siguientes semanas.

La leyenda de la estancia de Alfonso X el Sabio en la ciudad

En la Plaza del Rey Sabio cuenta la leyenda que el príncipe Alfonso, quien más tarde sería Alfonso X el Sabio, instaló su campamento real para preparar el asalto de la fortaleza para la conquista de Lorca. Allí, donde este domingo se colocaba el altar donde se celebró una misa en honor de Santa María la Real de las Huertas, instaló un oratorio con una Virgen, a imitación de lo que hacía Fernando III cuyo ejemplo más conocido es el de la Virgen de las Batallas llevada a la conquista de Sevilla.

El relato detalla que la imagen procedía de Zamora y que tenía fama de milagrosa. Tras encomendarse a ella y bajo su protección –asignándosele el milagro de haber ocultado los movimientos de las tropas con una nube- consigue conquistar la ciudadela. Y a pocos metros donde instaló su campamento mandó construir el infante un templo en honor de Santa María, con el título de las Huertas. Para el sostenimiento del edificio y culto le asigna tierras en el repartimiento. Se dice que ésta fue la primera iglesia construida en Lorca tras la reconquista.

Aquella ermita dio paso a un templo. Y más tarde se convirtió en ruina por efecto de la inundación de 1653. Se reedificó sobre el viejo inmueble y años después, durante las obras de refuerzo de la cimentación de la escalera de la Tota Pulchra, apareció un muro islámico con tres arcos que podrían pertenecer a un palacio de época califal.

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