El ‘Palero’ salía de la antigua colegial de San Patricio rememorando el abandono de Jesucristo del Santo Sepulcro. Lo hacía este domingo por la puerta del carrerón para encontrarse con su Madre, la Virgen de la Encarnación, que poco antes había dejado el templo por la puerta principal para procesionar por distintas calles hasta el arco de la calle Cava.

En la Plaza de España Madre e Hijo se abrazaban teniendo como testigo a todos los estandartes de las cofradías de Semana Santa. Los dos tronos de la Archicofradía de Jesús Resucitado protagonizaban un encuentro que más tarde repetirían al final de la procesión a las puertas de la Casa Consistorial mientras una lluvia de pétalos y ‘aleluyas’ caían desde lo más alto del balcón principal.

Coros y Danzas de Lorca bailando la ‘Jota Lorquina’ ante Jesús Resucitado y la Virgen de la Encarnación. T. M. M. / P. W. R.

Coros y Danzas de Lorca recuperaba la tradición de acompañar al ‘Palero’ con el típico refajo. El grupo cantaba y bailaba la ‘Jota Lorquina’ a los pies de las dos imágenes titulares de la Archicofradía de la Resurrección de Nuestro señor Jesucristo, Asunción y Encarnación de Nuestra Señora. Y se iniciaba la procesión camino a la calle Selgas. Espectaculares las imágenes captadas de la procesión desfilando bajo el arco del Ayuntamiento.

Pequeños vestidos de monaguillo acompañaban al ‘Palero’. T. M. M. / P. W. R.

A pocos metros se encuentra la casa de la presidenta de la Archicofradía de Jesús Resucitado, Irene Mondéjar Elvira. Una indisposición obligaba a la titular de Jesús Resucitado y decana de los presidentes de las cofradías de Semana Santa a no poder participar de la procesión, aunque siguió todo el recorrido desde este privilegiado lugar. Lanzó ‘aleluyas’ y pétalos de flores al paso de Jesús Resucitado y de la Virgen de la Encarnación y recibió el saludo de los presidentes de las cofradías, José María Miñarro, Paso Azul; Ramón Mateos, Paso Blanco; Ángel Latorre, Paso Morado; Alberto Secada, Paso Encarnado; y Diego Domínguez, Paso Negro.

La presidenta de la Archicofradía de Jesús Resucitado siguió la procesión desde el balcón de su casa por una indisposición. T. M. M. / P. W. R.

La procesión continuó hasta la Plaza de la Concordia. Allí, el trono del Resucitado abandonó el cortejo para acercarse hasta la puerta de la iglesia de San Francisco y protagonizar un encuentro con la Virgen de los Dolores. De esta forma, las dos cofradías se unían en una como lo hicieron hace algunos años en que compartieron iglesia en la salida procesional del ‘Palero’, cuando aún la antigua colegial estaba en proceso de rehabilitación tras el terremoto. Y tras el aguacero que sorprendió al Resucitado en la calle, San Francisco lo resguardó en su interior junto a la Dolorosa.

El ‘Palero’ a las puertas de la iglesia de San Francisco en el encuentro con la Virgen de los Dolores del Paso Azul. T. M. M. / P. W. R.

Masiva presencia de público por la Corredera y la calle Álamo. De todos los balcones caían ‘aleluyas’ que los más pequeños recogían del suelo para guardarlas. Y a la llegada a la Plaza de España Madre e Hijo volvían a fundirse en un abrazo antes de iniciar la subida hasta San Patricio. Las dos imágenes se recogían por la puerta principal bajo un sol de justicia y un cielo azul a los sones del Himno Nacional interpretado por la Banda Municipal de Música dirigida por el maestro Antonio Manzanera.