Ni en plena Semana Santa el Mar Menor debe ser olvidado. Los vecinos de los municipios ribereños han vuelto a protestar este Sábado Santo en el paseo marítimo de Santiago de la Ribera (San Javier) para denunciar el estado de la laguna y de las playas, que estos días acoge a numerosos turistas que se han desplazado a la zona para disfrutar de un descanso vacacional. Vertidos por los emisarios, lodo en las orillas y algas en descomposición es lo que se encuentran estos ciudadanos en muchas de sus playas y que vienen denunciando desde hace años.
En la concentración de este sábado, los vecinos han centrado sus quejas en el desuso que sufre el antiguo Hospital Los Arcos, un centro que aspiran a reconventirlo en un edificio multiusos para que pueda acoger un museo del Mar Menor, instalaciones deportivas como vela o piragua o una residencia de ancianos. Frente a esta estructura se han clavado varias cruces en la arena y pancartas en el paseo denunciando la contaminación de la laguna o la inacción de las administraciones para lograr la recuperación del ecosistema.
Con las últimas lluvias que han caído en estos municipios costeros, muchas de las redes de alcantarillado se han visto desbordadas al no poder admitir más agua. Esto ha provocado avenidas de agua hacia la laguna con contaminantes urbanos, a lo que se suma los arrastres procedentes de la cuenca con fertilizantes u otros compuestos agrícolas más los metales pesados de la Sierra Minera.
Cansados ya de esta situación, reclaman a los ayuntamientos que se sumen a las ayudas del Ministerio para la Transición Ecológica cuyo fin es la ampliación de la red de colectores pluviales, nuevas estaciones de bombeo de aguas residuales o construcción de zonas de almacenamiento o retención de avenidas.
