A las cuatro y media de esta tarde, cuando aún las calles no han empezado a llenarse para las recogidas de banderas, partía desde la iglesia de San Francisco el Vía Crucis Cuaresmal que cada Viernes de Dolores organiza la cofradía del Cristo del Perdón, Paso Morado.

Desde la Primera Estación en la fachada del antiguo Hospital San Juan de Dios, hoy Colegio de San Francisco, ‘rezaores’ y fieles han iniciado el camino hasta el Calvario acompañados por la imagen de la Virgen de los Dolores, obra de estilo salzillesco del escultor caravaqueño Marcos Laborda (finales del s. XVIII), y por penitentes ataviados con túnica morada. Desde el año 1600-1614, el Paso Morado está ligado a la devota y santa tradición del rezo del Vía Crucis.

Todos los viernes de Cuaresma, Jueves Santo y Viernes Santo, se realiza el camino de la Pasión y el Dolor que se ha aprendido de los mayores. El Paso Morado celebra su día más importante en la noche del Jueves Santo presidiendo la Procesión del Perdón por la Carrera principal, en la Avenida Juan Carlos I. A su término se celebran Vía Crucis cada hora hasta el Viernes Santo por la mañana en la que una procesión de penitentes pone fin al tiempo de Cuaresma.