La Noche de los Tambores de Mula ha obtenido el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Internacional. Ayer tenía lugar la firma de la declaración por parte del secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés.
«Patrimonio Inmaterial de la Unesco desde el año 2019, la Noche de los Tambores constituye la manifestación cultural con mayor singularidad, originalidad y arraigo en Mula. El escenario en el que se desarrolla, las calles del casco histórico de la localidad, declarado Conjunto Histórico Artístico, no hace sino reforzar aún más su indudable atractivo turístico», valoró Valdés, que comunicó la noticia al alcalde de Mula, Juan Jesús Moreno García, y al delegado del Gobierno en la Región, José Vélez, en una reunión en Madrid.
La fiesta mantiene su carácter popular, sin pregones ni representación política ni religiosa alguna
Este Martes Santo, festividad de La Noche de los Tambores, cuando miles de estos instrumentos vuelvan a tomar las calles de Mula tras dos años de parón marcados por la pandemia, la localidad sonará más fuerte que nunca con la pasión y sentimiento que ha marcado este festejo a lo largo de su historia.
Protesta popular en el siglo XIX
La costumbre de andar con tambores en Mula durante la Semana Santa se remonta, al menos, al año 1859. Entonces, el poder civil emitía prohibiciones al respecto.
Hoy ya no se trata, como en origen, de una fiesta con contenido de protesta contra las instituciones. Ahora bien, sigue manteniendo su carácter eminentemente popular, sin pregones ni representación política ni religiosa de ningún tipo, de manera que todos sus participantes, sean quienes sean, intervienen en pie de igualdad. Así, en la Noche de los Tambores no hay más rito que el que marca el inicio de la fiesta cada Martes Santo a las 12 de la noche, cuando miles de tamboristas reunidos en la Plaza del Ayuntamiento y vestidos con túnicas negras empiezan a hacer sonar las cajas de sus tambores al toque de la corneta, y así seguirán de manera ininterrumpida durante 16 horas, hasta las cuatro de la tarde del Miércoles Santo.
El episodio se repite en Viernes Santo y Domingo de Resurrección dentro de los horarios que la Alcaldía establece y difunde antes del comienzo de la Semana Santa. Desde el año 2001, se viene celebrando también una tamborada infantil en la mañana del Viernes de Dolores.
Fiel a su tradición popular, cualquier visitante puede vivir la fiesta como un lugareño más, ya que tanto la túnica típica como un tambor y palillos pueden adquirirse con facilidad y a precios asequibles en la localidad esos días, incluso en la misma Noche de los Tambores.
