La Comisaría de Policía Nacional de Alcantarilla «no es un edificio apto para desarrollar la actividad policial ni para dar una atención adecuada al público», tienen claro desde el sindicato Jupol, el mayoritario en el cuerpo.
En concreto, el edificio en el que se encuentra la Comisaría «es una casa antigua, que tiene dos plantas, y con unas escaleras estrechas en forma de caracol, que carece del espacio suficiente para atender a la población cuando visitan la Comisaría para realizar una denuncia, para efectuar trámites de extranjería o para la realización del Documento Nacional de Identidad», explican el secretario regional de Jupol, Eduardo Tomás Fernández Ortega, y el secretario de organización del sindicato, Tomás Sánchez López.
Además, el inmueble «carece de una salida de emergencia», subrayan desde Jupol, al tiempo que precisan que «debido a las escaleras de caracol que tienen entre plantas, se dificulta mucho la evacuación, en caso de que se dé una emergencia».
No es la única carencia. Fernández Ortega y Sánchez López manifiestan que en el lugar «al carecer de espacio, se produce el hacinamiento de los policías que allí trabajan». Un hacinamiento que da lugar a situaciones surrealistas, ya que los agentes «no tienen ni vestuario para cambiarse, llegando a hacerlo en algún despacho, si se puede».
Más deficiencias. El inmueble «carece de acceso para personas minusválidas, generando, para estas, una gran barrera a la hora de realizar alguna gestión».
Los policías se sienten «hacinados», no tienen vestuarios y se ven obligados a cambiarse en un despacho
Los problemas con el edificio también afectan a la custodia de los detenidos, los cuales solamente pueden ser introducidos a Comisaría por la puerta principal, «ya que carece de puerta accesoria». Jupol considera que esta situación «pone en grave peligro a los ciudadanos que se encuentren allí en ese momento».
«Asimismo, vulnera el derecho a la intimidad personal y a la propia imagen de los detenidos, algo que regula el artículo 18 de la Constitución Española», precisan desde el sindicato.
Los representantes de Jupol aseguran que «la Comisaría se cae a trozos, literalmente», puesto que tiene «suelos y paredes en mal estado, muchas goteras cuando llueve y desprendimientos de techos con riesgo de impacto, tanto a los policías como a todo aquel que se encuentre en el lugar».
Desde Interior aseguran que hay una inversión de tres millones entre 2023 y 2025 para la nueva Comisaría
En la misma línea, destacan que el inmueble cuenta con «un cableado eléctrico y de telecomunicaciones arcaico».
Respuesta del Ministerio
A preguntas de esta redacción, desde el Ministerio del Interior manifestaron que «la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de la Seguridad del Estado, del Ministerio del Interior, trabaja ya en la construcción de una nueva comisaría de Policía Nacional en Alcantarilla».
«La Gerencia aprobó el pasado mes de diciembre este proyecto dentro de su plan de infraestructuras para los próximos dos años, con una inversión prevista de tres millones de euros entre 2023 y 2025», explicaron.
Una primera piedra que se puso dos veces, pero nunca llegó la segunda
Desde el sindicato Jupol, «además de quejarnos del mal estado de la Comisaría, queremos denunciar la actuación del Gobierno, ya que hasta en dos ocasiones han venido hasta Alcantarilla para poner la primera piedra de la supuesta nueva comisaría, pero pasan los años y, entre tanta promesa, nunca llega», dicen.
Jupol propone «dar una solución a este problema», por lo cual sus miembros se han puesto en contacto con Comisiones Obreras y UGT, «que tienen un edificio cedido por el Ministerio de Fomento, el cual se encuentra frente a la actual Comisaría y se encuentra en desuso». La idea es que este inmueble «sea cedido para el nuevo emplazamiento de la Comisaría de Alcantarilla, mientras, entre tantas promesas, al final se hace una Comisaría , que es lo que el sindicato defiende realmente», destacan.
«Se tienen buenas expectativas a la hora de que se ceda» el edificio de enfrente, auguran desde Jupol en la Región, aunque hacerlo suponga «un parche o solución más inmediata para que no tengamos que lamentar una desgracia, por el abandono de la Dirección General de la Policía y del Gobierno».
