Un nuevo reto se plantean los jóvenes de Down Lorca, que dejarán los pinceles para mancharse las manos de barro en la segunda edición del proyecto ‘Down arte’ de la Fundación Lorquimur y la Concejalía de Artesanía. La nueva iniciativa, bajo el epígrafe de ‘Guerreros con el corazón de barro’, pretende jornadas de trabajo junto a la ceramista lorquino Martín Lario que les enseñará el arte de modelar figuras con el torno. Esas pequeñas piezas que irán creando se venderán, actuando de micro mecenazgo para la financiación de proyectos de la Asociación Down Arte, como explicaba durante la presentación este miércoles el vice alcalde y concejal de Artesanía, Francisco Morales.

Los talleres de arteterapia se celebrarán en la Casa del Artesano. Cada viernes, de seis a ocho de la tarde y durante tres meses, los jóvenes se iniciarán en este arte. “Crearán murales de grandes dimensiones que serán expuestos y elaborarán utensilios más pequeños como cuencos, vasos o jarras que se venderán dentro del mismo proyecto”, detallaba el edil.

Esta segunda edición supone la continuidad del proyecto Down Arte, que fue galardonado el pasado año con el premio ‘Discapacidad 2021’, reconociendo el trabajo realizado por la Fundación Lorquimur dentro de su Responsabilidad Social Corporativa. “Un proyecto que nace del corazón y con el fin de mejorar la calidad de vida a los usuarios de la Asociación Down Lorca que participan en él”, afirmaba el presidente de la Fundación Lorquimur, Ginés Méndez Valverde.

Este proyecto, destacaba, aporta “valor social, cultural y ocupacional. Mejora de calidad de vida y la cultura tradicional, autóctona, como la artesanía alfarera de Lorca hará que los usuarios tomen contacto con una profesión local que pueden desarrollar, potenciando así su parte no solo en habilidades creativas, sino profesionales”.

Una veintena de jóvenes de Down Arte participarán en los talleres que estarán tutorizados también por personal de la empresa Lorquimur y voluntarios de la Asociación Down Lorca. El objetivo del proyecto es recaudar como mínimo el mismo importe que en la primera edición que supuso casi 10.000 euros. Down Lorca, afirmaba su presidente, José Ortuño, tiene previsto ya en que invertirá las ganancias que consigan. “Nuestra ilusión es terminar el piso tutelado para darle uso. Necesitamos muebles y vestirla, por lo que todo lo que logremos será para esta vivienda”. Esperan que en un año puedan concluir el montaje “para hacerla una realidad para los asociados”, concluía Ortuño.