Los daños en el retablo de la capilla de nuestra Señora del Alcázar, en la antigua colegial de San Patricio, se habrían visto agravados por las intensas lluvias de los últimos días. Este viernes el recorrido de las goteras a través de la madera del retablo era aún más visible por la importante pérdida de pigmentación que se ha producido a su paso. Pero además, en el suelo se podían encontrar hasta media docena de dentellones que se habrían desprendido del entablamento del retablo.
Una de las pinturas de los extremos de la pieza, la tabla de Santa Catalina de Alejandría, de mediados del siglo XVII, también mostraba aparentemente un deterioro mayor. La preocupación es grande, ya que se trata de una pieza que pertenecía a la arruinada ermita de San Lázaro y que se cree es obra de Francisco Gilarte.
La noticia, publicada este jueves por La Opinión, no pillaba por sorpresa a la concejala de Cultura, María Ángeles Mazuecos, que aseguraba que «nada más tener conocimiento del estado que presentaba la tabla y el retablo llamamos al arquitecto director de las obras de San Patricio y a la Dirección General de Patrimonio Cultural, a la que le hicimos llegar un oficio con el asunto».
La edil apuntaba que el 25 de enero Patrimonio Cultural desplazó a la ciudad a sus técnicos que elaboraron un informe y que hicieron llegar a la propiedad, por lo que indicaba que «la labor por parte del Ayuntamiento de vigilancia a este Bien de Interés Cultural, como al resto de BIC, se ha hecho. La propiedad es la que tiene, en función de lo que le hayan dicho desde Cultura, que hacer la obra y llevar a cabo la restauración de lo que se ha dañado».
"La labor por parte del Ayuntamiento de vigilancia a este Bien de Interés Cultural, como al resto, se ha hecho"
Desde el servicio de Patrimonio Histórico de la Dirección general de Patrimonio Cultural se manifestaba a esta redacción que «habiendo tenido conocimiento de la afección de las lluvias del día de ayer, jueves 17 de marzo, sobre el retablo de la capilla de la Virgen del Alcázar y más en concreto de las tablas atribuidas a Francisco Gilarte, se considera necesaria una actuación sobre el mismo».
Y detallaban que ésta consistirá «en una protección que aísle e impermeabilice el retablo de la zona de entrada de agua, con instalación de andamiaje provisional si fuera necesario, de forma que se obtenga un completo aislamiento del paramento vertical de la zona del arco de embocadura del camarín y bóveda de cañón».
Expertos del Centro de Restauración visitarán la ciudad para ver los daños que la lluvia pudiera haber causado
Cultura habría también informado al Centro de Restauración para que curse, lo antes posible, una visita a la ciudad para comprobar los daños que el agua pudiera haber causado en la tabla de Santa Catalina y en la situada al otro extremo del retablo, la de San José.
Las piezas que se han desprendido de la cornisa denticulada serán conservadas para intentar reincorporarlas a su lugar de origen en una futura restauración.
