La estación de autobuses podría llevar el nombre de ‘Marcelino Rubio Merlos’, el que fuera su última director y que falleció a comienzos de este mes como consecuencia del covid. El exconcejal lorquino y firme defensor de la donación de órganos reclamaba a principios de año en una entrevista en LA OPINIÓN los trasplantes de muerto a vivo, pero también de vivo a vivo a un desconocido. Una cadena de favores capaz, argumentaba, de salvar la vida a un gran número de personas.

Rubio siempre se mostró muy reivindicativo en materia de trasplantes. A lo largo de su vida convivió con cuatro riñones. A los dos con que nació y que perdió, se sumó el que le donó su madre en vida y un cuarto que le fue trasplantado hace algunos años de una persona fallecida. Superó un cáncer y se mostraba pletórico por contar con fuerzas suficientes para seguir intentando cambiar el mundo. Sin embargo, el covid se lo llevaba con 62 años.

Esa última entrevista, en la que contaba sus planes de futuro, la dio en el despacho de la estación de autobuses que ha dirigido desde hace años. Ahora, un grupo de lorquinos ha iniciado una recogida de firmas para solicitar a la corporación municipal que se denomine a la estación de autobuses con su nombre. Los pliegos de firmas se pueden encontrar en distintos establecimientos de la ciudad y en las redes sociales.