El Centro de Rastreo y Seguimiento de Afectados de la Covid-19 gestionaba en poco más de un mes 3.500 casos positivos. Los datos los aportaba este miércoles la concejal de Emergencias y Protección Civil, Isabel Casalduero, que hacía balance de las actuaciones realizadas por el Cecovid desde su reapertura.

Las instalaciones municipales del Cecovid se abrían el pasado 12 de enero, casi seis meses después de que se decretase su cierre por parte de la Dirección general de Salud Pública de Murcia, “en unos momentos en que se producían más de 400 positivos al día”, recordaba Casalduero.

Se ponía en marcha con seis puestos de rastreo y una treintena de personas, entre profesionales del Servicio de Emergencias y voluntarios de la Agrupación de Protección Civil, “y a día de hoy las labores de rastreo se encuentran controladas y los rastreadores operan en relación a la incidencia que se va dando en el municipio”, detallaba la edil.

Desde su reapertura realizaba 5.500 comunicaciones, telefónicas y por email. Y gestionaba unos 3.500 caso positivos. Han citado a más de 500 contactos para realizarse pruebas PCR o antígeno y se han derivado al Grupo de Apoyo Covid del Servicio Murciano de Salud 140 solicitudes de incapacidad temporal para ser gestionadas, además de atender una treintena de demandas sociales, apuntaba Casalduero.

La edil de Emergencias recordaba que el Cecovid, cuya puesta en marcha se remonta al mes de septiembre de 2020, “se configura como una estructura operativa de rastreo y coordinación con otros organismos públicos que integra medios humanos y tecnológicos del Servicio de Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento destinados a rastrear casos positivos y contactos de personas consideradas de riesgo para pasar a citarles para una prueba diagnóstica de PCR o antígeno”.

Por último, destacaba “la enorme labor que realizan desde su apertura el personal del Servicio Municipal de Emergencias y voluntarios de Protección Civil que ha permitido situar a Lorca a la cabeza de la ratio de rastreadores municipales por número de habitantes, contando con un rastreador por cada 2.700 habitantes, y que ha supuesto una mejora sustancial para el rastreo de casos positivos por Covid y de contactos estrechos, así como la realización de labores de detección de situaciones de vulnerabilidad de aquellas familias que no podían permitirse guardar cuarentena o aislarse”.