Las heladas no cesan. Las bajas temperaturas, en torno a dos y tres grados bajo cero, están haciendo estragos en cultivos como la alcachofa, lechuga y brócoli. Pero lo que más preocupa es «el largo tiempo de exposición al frío», que está ralentizando las plantas, lo que provocará que la producción se paralice de forma momentánea. «Se hiela la producción y se pierde el primer colmo de la planta, por lo que hay que esperar más para que venga el segundo y vuelva a producir», destacaba este jueves el coordinador técnico de la Cooperativa Alimentos del Mediterráneo (Alimer) de Lorca, Francisco Martínez Mínguez.

En la comarca del Guadalentín se están registrando las temperaturas más bajas que afectan a zonas como Cazalla y Campillo, eminentemente agrícolas y donde se cultivan alcachofa, brócoli y lechuga. «Está helando, que afecta a los cultivos, pero otro problema es que se están registrando temperaturas muy bajas durante todo el día. Las máximas no suben, por lo que la planta no se recupera. Esto repercute en que se ralentiza la producción», explicaba el técnico de Alimer.

Los obreros no pueden entrar en los campos hasta bien avanzada la mañana en que el sol brilla en lo más alto y los productos se deshielan. «Habitualmente entran a trabajar a las ocho u ocho y media de la mañana. Sin embargo, estos días no pueden hacerlo antes de las once y media que es cuando el sol comienza a calentar y la planta ha perdido el hielo», detallaba Martínez Mínguez.

El frío ha manchado las primeras hojas de la alcachofa por lo que no podrá venderse fresca, sino que se destinará a la conserva. «El 30 o 40% de la alcachofa está manchada. El precio de fresco a conserva varía considerablemente. La que se haya podido salvar alcanzará un buen precio, porque además como va a haber cierto desabastecimiento se pagará bien», aseguraba el director de Campo de Lorca, Juan Marín.

Este insistía en que aún no se pueden valorar las pérdidas, como asegura también Antonio Moreno, de UPA, que cree que los daños no han terminado de afectar tanto a la lechuga como sí a la alcachofa. Marín señala que «estamos todavía en una situación de tránsito. Se está recolectando poco, porque la planta está muy castigada por el frío, lo que comenzará a notarse a partir del fin de semana, porque habrá una menor producción y la demanda será la misma».

Se prevé que los mercados no noten la falta de alcachofa hasta finales de semana o principios de la próxima, ya que se realizó una recolección previa y aún hay producción en los almacenes. «Se va a notar la subida en los mercados por la falta de abastecimiento. Faltará producto y eso llevará a que se incrementen los precios».

La quema de parafina sienta al delegado del Gobierno con los agricultores de Cieza


Los episodios de heladas y descensos de temperatura que ha sufrido Cieza durante esta semana, donde se ha perdido la mitad de la cosecha de fruta extratemprana que representa entre un 2% y un 3% de la totalidad de la producción de fruta de hueso de la localidad, ha tenido otra consecuencia negativa para los agricultores de la Vega Alta: «El levantamiento de actas por quemar parafina para evitar la congelación de las flores de los frutos», ha confirmado a esta redacción Santiago Martínez, presidente de Fecoeam.

Durante toda esta semana, muchos agricultores pasaron las noches en sus fincas quemando parafina con el objetivo de poder salvar parte de la cosecha ante la bajada de temperaturas. Según ha confirmado Martínez, cuatro o cinco agricultores recibieron la visita de efectivos del SEPRONA de la Guardia Civil, que procedieron a abrir actas indicando la actividad que realizaban. El malestar es evidente, después de que además hayan perdido parte de la cosecha.

En este sentido, las organizaciones agrarias se reunirán el próximo lunes con José Vélez, delegado del Gobierno, y otra con la Consejería de Medio Ambiente, para exigir que los agentes del SEPRONA «no prosigan levantando actas, ya que esta práctica es legal y se viene realizando desde hace una década. Los agricultores no han quemado alpacas, solamente parafina», declara Martínez.