Una de las frases más célebres de Gustavo Bueno, filósofo español, decía así: «Cada pueblo tiene la televisión que se merece». Y, en mi opinión, eso ocurre, porque al final es el propio pueblo el verdadero protagonista de la televisión.

Ése, quizás, sea impulso más que suficiente para que todos, en algún momento de nuestras vidas, hayamos querido ser protagonista de esa pantalla que, bien o mal llamada ‘caja tonta’, forma parte indiscutible de nuestro día a día.

Pero, sea como fuere, quién no se ha visto participando en algún concurso televisivo con esa cómoda sensación que se tiene desde el salón de casa, de saberse la respuesta correcta que nos hubiera dado el triunfo.

Algo así, debió sentir Cristian Moreno López, conocido como el hijo de Asunción de Ramón, cuando le propuso a su primo, Francisco Ramón Yepes López, hijo de Aurora de Ramón, participar en el concurso de la 7 TV Región de Murcia El pinchazo. Y como de todos es sabido que la familia que anda unida nunca es vencida, allá que se embarcaron ambos primos en semejante aventura.

Conducido por el presentador Antonio Hidalgo, El Pinchazo es un divertido programa en el que dos parejas de concursantes compiten entre sí, sorteando preguntas de índole cultural y otras que giran en torno a la Región de Murcia y a las localidades de procedencia de los concursantes.

Desde el primer momento, Cristian y Paco hicieron gala de su simpatía ejerciendo de perfectos embajadores de nuestra tierra y nuestro pueblo, llevando productos típicos elaborados por ellos mismos y otros que procedían de las mejores manos artesanas.

Frente a su pareja rival, que procedían de Cartagena, Paco y Cristian se movieron con rapidez y destreza en cada una de las partes del concurso, dando evidencias del buen conocer de nuestra historia y cultura local.

El concurso se fue desarrollando a base de una serie de pruebas. La primera de ellas, ‘Carretera y Manta’, donde hay que tratar de afinar hasta conseguir acertar la respuesta exacta a las preguntas de cultura general lanzadas por el presentador.

La segunda de las fases, ‘Es usted de aquí’, trata de demostrar, con un formato verdadero- falso, los conocimientos que los concursantes tienen sobre sus propias localidades. Lugares tan emblemáticos para los ricoteños como la Olivera Gorda o el Castillo de los Peñascales, sin dejar de resaltar el eterno favor que Cervantes nos hizo en El Quijote, fueron los temas que nuestros paisanos sortearon con total acierto durante esta prueba.

Las siguientes pruebas, ‘El Ton-Ton’ y ‘Súbeme la radio’, pusieron a prueba también la agilidad y pericia de Cristian y Paco, quienes no dieron tregua a sus rivales.

Uno de los momentos más divertidos fue en otra de las pruebas ‘El copiloto’, donde el objetivo es que los dos miembros del equipo, encarados, sean capaces de conectarse entre ambos para acertar la palabra oculta, prueba que demostró la templanza y la astucia de ambos primos.

A pesar de que en todo momento fueron superiores a sus contrincantes, fue en la última prueba, ‘Tome la salida’, donde Paco, en representación del equipo y con una intervención impecable, distanció claramente los marcadores y llevó a nuestros vecinos a la final.

Cristian y Paco se enfrentaron en la final a siete dificultosas preguntas. Su actitud decidida les llevó a apostar por jugar y demostrar que lo importante era y es, sin duda, disfrutar de todas aquellas experiencias que decidimos vivir.

Y así queda para ellos, como una bonita experiencia que les sirvió, además de para divertirse, para adentrarse un poco más en la maravillosa cultura de nuestra Región, y en la historia, anécdotas y costumbres de nuestro pueblo, dejando muy alto, con su simpatía y su saber estar, el pabellón de Ricote.

¡¡¡Bravo chicos!!!