Ricote, cabeza del Valle al que da nombre, en su centro urbano nos presenta la Iglesia de San Sebastián, patrono de la localidad, edificada sobre la primitiva iglesia (se comienza a derribar en 1737) que, a su vez, estaba construida sobre la mezquita musulmana, y que está terminada su edificación en 1742, nos informa el Reverendo D. Dimas Ortega López, Cronista Oficial de la Diócesis de Cartagena y de Ricote. Bien, este templo actual lo podemos visitar y contemplar en todo su esplendor pero no podemos hacer lo mismo con el anterior, que, como ya cito, se destruyó; sin embargo, gracias a los visitadores santiaguistas podemos saber cómo era y así, en el libro I de visitas, depositado en el archivo parroquial de la Iglesia de Santiago, en Totana, encontramos la descripción, veamos un resumen de la visita:

En la villa de Ricote, en diez y ocho del mes de diciembre de mil seiscientos noventa y tres años, el Sr. Ldo. D. Alonso de la Flor y Cañamero, del hábito de Santiago, Vicario Visitador de la villa de Aledo y Totana y demás de su partido por Autoridad Apostólica y Real, estando de visita en esta villa y en la Iglesia del señor san Sebastián, parroquial de ella, y en la misa mayor que en ella se celebró se leyó el edicto de pecados públicos y acabada, Su Merced visitó dicho tabernáculo del Santísimo Sacramento y se halló el vaso quebrado con una fisura por el suelo de forma que se pueden salir las partículas por lo que Su Merced condenó al Ldo. José de Oyos, cura de dicha parroquial proceda a su distribución y se revisaron los óleos y pila bautismal, altares y aras y se halló con decencia de lo que de ello doy fe.

La dicha Iglesia parroquial se compone de una nave con tres arcadas, la techumbre de madera de pino muy deteriorada, tiene su capilla mayor abovedada el media naranja con su linterna, en su altar mayor hay un retablo pequeño en la tabla, dorado, muy antiguo, y en él están dos imágenes de talla, la una de Nuestra Señora y la otra del señor san Sebastián, y dentro de dicha Iglesia capilla mayor al lado de la epístola está la sacristía que su cobertura es de cuartones y revoltones y está muy deteriorada, de forma que se necesita cubrir de nuevo, al lado del evangelio, en la nave de dicha Iglesia, hay un crucifijo de cuerpo entero, con dos velos, uno de gasa y otro de tafetán sencillo, al dicho lado hay una capilla de Nuestra Señora del Rosario y en dicha capilla está la pila bautismal, es de piedra labrada y dicha capilla necesita de aderezo por habérsele abierto diferentes rajas, tiene su coro en el alto, donde hay un órgano mediano, no tiene escalera dicho coro y se sube a él por una de madera y la pared que está al lado de la puerta del medio día no está acabada de hacer, que le falta una vara para cerrar al tejado y el suelo de dicho coro quedó de cuartones y revoltones está muy deteriorado , al lado de la epístola en dicha nave hay otra capilla de Nuestra Señora de la Asunción, donde está la imagen de Nuestra Señora y un cuadro de Nuestra Señora con su marco dorado, la torre de dicha Iglesia es su obra de mampostería , no está a acabada porque le falta el último tercio y hacerle las escaleras y enlucirla, tiene la dicha Iglesia su cementerio ancho delante, el tejado de toda la nave está deteriorado y necesita de mucho arreglo.


Entre el inventario de bienes de que disponía, además de las ropas, cito algunas cosas:

. Cuatro bancos de respaldo de pino.

. Dos andas, las unas de pilares y las otras llanas, ambas doradas.

. La caja de los difuntos, de madera de pino.

. Una custodia de plata con su remate en lo alto de una imagen un crucifijo, tiene dentro su media luna y se cierra con un pasador pendiente de una cadenilla, tiene sus vidrieras y pesó todo, una libra y seis onzas.

. Un cáliz con su patena, tiene copa dorada que todo es de plata, pesó una libra y doce onzas.

. Doce campanillas de plata nuevas que pesaron una libra y tres onzas.

. Una alfombra vieja.

. Dos cálices de plata con las copas y patenas doradas y el hábito de Santiago en el asiento del pie de cada uno, que pesó el uno dos libras con su patena y el otro que es igual suyo no se pesó por estar en el tabernáculo con Su Majestad Sacramentado mientras se adereza el vaso (enviados por el Consejo de Órdenes).


Cuando se acabó el inventario, Su Merced mandó que dichos bienes se pongan en poder de Diego Pay, mayordomo de la fábrica, el cual que se halló presente se dio por entregado de ello y se obligó a tenerlo en buena guarda y custodia para entregarlos siempre que se le mande o pagar su valor al depositario y a ellos se obligó en forma y lo firmó juntamente con Su Merced y, de todo ello, el notario, dio fe.

Espero haber contribuido, aunque sea un poco, al mejor conocimiento de la historia de Ricote.

¡Felices Fiestas! ¡Viva San Sebastián!