Curiosa la estampa que ofrecía a mediodía de este domingo el patio de armas del Castillo. Estaba repleto de perros de todos los tamaños y razas con sus dueños. La mayoría habían acudido con uno, dos y hasta tres acompañantes, por lo que la alcazaba lorquina registraba hoy una magnífica entrada. Pero la jornada en torno a la festividad de San Antón, Patrón de los animales, había comenzado mucho antes. La ruta canina arrancó desde el parque de San José y desde allí, paseando, concluyó en el Castillo.

Agua para los perros y churros con chocolate para los acompañantes, a los que siguieron concursos de lo más divertidos que llevó a los canes y a sus dueños a realizar un paseíllo por el escenario del patio del Castillo como si de la pasarela Cibeles se tratara. Los más coquetos exhibieron lazos para recoger su pelo a modo de coletas, mientras que otros se abrigaban para evitar el frío de la mañana con jerseys de lana tejidos de mil colores.

El astro rey acompañó y así se pudo disfrutar de recorridos por la alcazaba que incluyeron la Torre Alfonsina, la del Espolón, visitas a la Sinagoga y el barrio judío y un buen plato de migas. No faltó la bendición de San Antón para los animales, casi un centenar, que acudieron a esta propuesta de la Concejalía de Turismo que gana adeptos en cada edición. Los beneficios de la entrada solidaria, así como la ‘fila cero’, se destinará a las protectoras de animales del municipio, como afirmó durante la presentación de la ruta el vice alcalde y concejal de Turismo, Francisco Morales.